Al final, el asilo

A domenico Theotocopulis II, también llamado Chato de las Escuelas Pías II, se le está subsumiendo la calavera y acocodrilando el escroto, ya puede encender mixtos en el escroto; se conoce que son cosas de la tercera edad, el tiempo de las píldoras: a otros se les sorbe el seso y se les descuelgan las carnes péndulas y en pretéritas calendas (las calendas son siempre pretéritas) jolgoriosas, címbreantes y juguetonas. ¡Ay, tiempos, tiempos!A Domenico Theococopulis II, también llamado Lagartijo del Palmar de Troya II, se le escapó la señora con el finado Cástor y Pólux Fernández y Fernández, de ...

A domenico Theotocopulis II, también llamado Chato de las Escuelas Pías II, se le está subsumiendo la calavera y acocodrilando el escroto, ya puede encender mixtos en el escroto; se conoce que son cosas de la tercera edad, el tiempo de las píldoras: a otros se les sorbe el seso y se les descuelgan las carnes péndulas y en pretéritas calendas (las calendas son siempre pretéritas) jolgoriosas, címbreantes y juguetonas. ¡Ay, tiempos, tiempos!A Domenico Theococopulis II, también llamado Lagartijo del Palmar de Troya II, se le escapó la señora con el finado Cástor y Pólux Fernández y Fernández, de vivo enterrador de profelión, especialista en la rara suerte erótica del polvo eres y en polvo te convertirás con un nicho de la segunda ringlera por palestra. ¡Viva la física recreativa!

A Domenico Theotocopulis II, también llamado Frascuelo del Recuelo II, se le encogió el ombligo cuando su hijo Paquito le dijo que lo iba a instalar en una residencia de pago en la que se estaba la mar de bien.

-Pero, hijo, ¿es que tanta lata doy?

-No, papá, es que hay que ser - moderno y no interrumpir la trayectoria de los ejecutivos.

-Ya.