El comité regional del PCE asturiano desata una ofensiva contra los militantes "disidentes"

El apoyo en el segundo congreso regional de Comisiones Obreras a un candidato distinto del propuesto por la secretaría sindical del PCE es considerado como una prueba de actividad fraccional por el comité regional de este partido, en un informe que estos días es leído en las distintas agrupaciones comunistas asturianas, sin facilitar copia alguna a los militantes.El comité regional enumera como ejemplos que evidencian de forma incuestionable la existencia de esa actividad que puede provocar expulsiones del partido, una reunión celebrada en Abono (Gijón); el segundo congreso de Comisiones O...

El apoyo en el segundo congreso regional de Comisiones Obreras a un candidato distinto del propuesto por la secretaría sindical del PCE es considerado como una prueba de actividad fraccional por el comité regional de este partido, en un informe que estos días es leído en las distintas agrupaciones comunistas asturianas, sin facilitar copia alguna a los militantes.El comité regional enumera como ejemplos que evidencian de forma incuestionable la existencia de esa actividad que puede provocar expulsiones del partido, una reunión celebrada en Abono (Gijón); el segundo congreso de Comisiones Obreras, la actitud de los «disidentes» ante las elecciones de mayo al Senado y una espichá en Gijón. En la relación aparecen diecinueve nombres, entre ellos Vicente Álvarez Areces, ex secretario general del PCE en Asturias y ex miembro del Comité Central; José Troteaga, ex secretario general de Comisiones Obreras de Oviedo, y Gerardo Turiel, responsable de la agrupación centro de Oviedo.

El informe del comité regional, al que ha tenido acceso el corresponsal de EL PAÍS, señala que los delegados que se retiraron de la conferencia de Perlora, en disconformidad con la actuación de la mesa, han comenzado a reunirse a partir de entonces y a tomar actitudes colectivas. Una de esas reuniones se celebró en Abono y en ella se acordó, según el informe, torpedear al comité regional, obstaculizar el partido desde dentro, reducir las cuotas para crear dificultades económicas al partido y realizar una campaña contra Mundo Obrero. En consecuencia, añade, ha descendido la venta de Mundo Obrero, las cuotas han sido reducidas y se ha creado una gestora con fines fraccionales.

Los diecinueve citados en el informe consideran que se trata de una operación que acabará seguramente con su expulsión del partido, para evitar, añaden, que sus nombres aparezcan en las listas definitivas de las agrupaciones como candidatos a las municipales. Según los disidentes, la mayoría de ellos están ya en las precandidaturas elaboradas.