Los equipos de fórmula 1 se reorganizan

El clásico baile de pilotos de fórmula 1 está prácticamente ultimado. La trágica muerte del sueco Ronnie Peterson en el circuito de Monza ha trastrocado los planes de algunos equipos. Peterson había sido el iniciador de los fichajes espectaculares de esta temporada, al dejar Lotus por McLaren. Tras él, algunos otros comenzaron su peregrinaje en busca de un nuevo puesto. Con su ausencia, se produjo un vacío importante en McLaren, que, a su vez, ha provocado otro remodelamiento que parece ya definitivo.

El hueco dejado por Peterson en McLaren va ser cubierto por John Watson, que hasta aho...

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El clásico baile de pilotos de fórmula 1 está prácticamente ultimado. La trágica muerte del sueco Ronnie Peterson en el circuito de Monza ha trastrocado los planes de algunos equipos. Peterson había sido el iniciador de los fichajes espectaculares de esta temporada, al dejar Lotus por McLaren. Tras él, algunos otros comenzaron su peregrinaje en busca de un nuevo puesto. Con su ausencia, se produjo un vacío importante en McLaren, que, a su vez, ha provocado otro remodelamiento que parece ya definitivo.

El hueco dejado por Peterson en McLaren va ser cubierto por John Watson, que hasta ahora era el segundo piloto de Brabham. Watson, gran piloto, encuentra así su gran oportunidad de demostrar su valía. Como primer piloto de McLaren no tendrá ningún freno ni traba alguna para ir todo lo rápido que pueda. Sólo la falta de puesta a punto de su vehículo impedirá que consiga su propósito de alcanzar las más altas cotas.La marcha de Watson de Brabham a McLaren ha provocado, a su vez, que Bernie Ecclestone se haya encontrado con un puesto libre en su escudería. Para cubrirlo, el padrino contaba con dos candidatos. Uno de ellos, el italiano Elio De Angelis, contaba con el respaldo de Lauda, que sigue siendo el primer piloto del equipo. Lauda quiere montar una empresa de aviación y el padre de De Angelis está introducido en ese medio, razón por la que Lauda veía con muy buenos ojos la incorporación del jovencísimo italiano a la escudería.

Como oponente estaba el brasileño Nelson Piquet, que aunque no tenía tan buena tarjeta de visita extradeportiva, la tenía mejor como resultados y apoyo económico. Tras una curiosa pugna de dinero entre ambos -curiosa porque la disputa se centraba no en lo que querían cobrar, sino en lo que podían pagar por ocupar el puesto- ha sido el brasileño el que ha conseguido su objetivo. Por medio millón de dólares, Piquet será el segundo piloto de Brabham en la próxima temporada.

Lo que queda por saber aún es cuántos equipos de los que este año contaban con un solo monoplaza tendrán un segundo en el próximo.

En la duda está, al menos hasta ahora, Renault, que podría alinear un segundo coche pilotado por Jarier o Pironi. Este hecho ha molestado a Jabouille -que era el único piloto este año- que se ha negado a firmar la renovación del contrato hasta no saber quién le acompañará. Si no llega a un acuerdo con la marca que hace correr el único motor turboalimentado, el francés podría fichar por Tyrrell, aunque esto es poco probable.

En situación parecida está Laffitte, que tendrá que soportar un compañero en Ligier en la próxima temporada. La rivalidad entre los pilotos que suelen originar estas situaciones provoca tensiones en los equipos. Laffitte también juega con la posibilidad de firmar por Tyrell, aunque, una vez que se le pase el disgusto, seguirá en Ligier y con Depailler a su lado (casi con toda seguridad será este último el que logre con sus resultados, el privilegiado primer lugar del equipo).

Junto a éstos también Williams es posible que cuente con un segundo coche. Depende de la asignación que reciba de los árabes, pero las buenas actuaciones de Alan Jones en la pista pueden servir para que Williams logre su propósito. Por su parte, Wolf quería también contar con un segundo monoplaza, pero el elevado contrato de Hunt ha hecho desistir de su idea al multimillonario canadiense.

Por contra, Tyrrell pasa por dificultades económicas. Sus dos fuertes patrocinadores están a punto de abandonarle, lo que le obligaría a fichar a dos hombres malos, pero que fuesen capaces de aportar mucho dinero al equipo.

Aunque quedan aún varios pilotos y varios equipos en el aire, sin saberse aún si podrán o no seguir en competición, el número de los que hasta el momento son definitivos parece descartar la entrada de cualquier extraño al circo de la fórmula 1. Ni siquiera todos ellos podrán salir en todas las carreras, al estar limitado el número máximo de participantes a veinticuatro.

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