El Madrid perdió un punto en Salamanca

El Madrid cosechó el primer positivo de la Liga, pero dejó escapar otro. Tras jugar con hechuras de equipo muy superior, su defensa se mostró estática en los últimos minutos del encuentro y ello le costó el empate. Planteó el encuentro para ganar y de ser un justo vencedor pasó a obtener un empate que no reflejó lo acontecido en el campo. El Salamanca fue un equipo desdibujado por las bajas importantes que presentó con relación a la pasada temporada.Desde los primeros compases del partido, el Madrid se convirtió en dueño del centro del campo. Las ausencias de Alves, Rezza y Albadalejo en el eq...

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El Madrid cosechó el primer positivo de la Liga, pero dejó escapar otro. Tras jugar con hechuras de equipo muy superior, su defensa se mostró estática en los últimos minutos del encuentro y ello le costó el empate. Planteó el encuentro para ganar y de ser un justo vencedor pasó a obtener un empate que no reflejó lo acontecido en el campo. El Salamanca fue un equipo desdibujado por las bajas importantes que presentó con relación a la pasada temporada.Desde los primeros compases del partido, el Madrid se convirtió en dueño del centro del campo. Las ausencias de Alves, Rezza y Albadalejo en el equipo charro convirtieron a éste en un conjunto sin iniciativa, que actuó a remolque de lo que sucedía en el terreno de juego. Tras marcar el Madrid su gol, el Salamanca lo intentó todo. Tres disparos a la puerta de Miguel Ángel, casi consecutivos, dos de Castronovo y uno de Tomé, fueron la respuesta de ese equipo que se veía inferior al rival. La defensa madridista sujetó muy bien por zonas a los jugadores locales y las mejores ocasiones de gol casi siempre fueron disfrutadas por el Madrid, que dio oportunidad a D'Alessandro de mostrar su total recuperación.

En la segunda mitad, sin un director de juego definido, el Salamanca procuró dominar a base de correr más que el contrario. El Madrid, con más espacios libres para contraatacar, cedió terreno, pero con mayor temple en su juego siguió mandando en el campo. Juanito quedó pronto imposibilitado de rendir al máximo a consecuencia de dos entradas en falta de la defensa salmantina. Más el contragolpe de su equipo no quedó mermado con la salida de Aguilar.

Se sucedieron entonces múltiples ocasiones de gol para el Madrid. Primero fue Santillana quien disparó a las manos de D'Alessandro tras un falto garrafal de su marcador, Joaquín, y después fue Stielike el que se empeñó en regatear hasta su sombra cuando estaba en óptimas condiciones de ensayar el disparo. Por si esas ocasiones fueran escasas para dejar claro cuál era el equipo que debía llevarse los dos puntos, D'Alessandro, nuevamente, evitó que el balón llegara a la red al desviar a córner una falta directa lanzada por Aguilar.

El Salamanca, por eso de que el rival le cedió el centro del campo, llegó a puerta, pero sin controlar el balón en los últimos metros. A falta de seis minutos para el final se coordinó una jugada que acabó con disparo, ligeramente desviado, de Castronovo. En esta acción la defensa del Madrid estuvo un tanto remisa en colocación y velocidad y la fortuna propició que su ventaja siguiera inamovible en el marcador. Fue un serio aviso que no se tomó en cuenta, porque cinco minutos después, a uno tan sólo de que acabara el encuentro, el Salamanca volvió a repetir la jugada por el mismo lado, desde el centro hasta el lado derecho de su ataque, pero con distintos protagonistas, y esta vez sí marcó, pese al máximo esfuerzo de Benito de llegar a la raya antes de que el balón la traspasara. Fue el único que se apercibió de la jugada, mientras sus compañeros quedaron estáticos en sus posiciones mientras la pelota les rebasaba.

Fue el empate definitivo que premió el espíritu de lucha del Salamanca e hizo perder un merecido punto del Madrid, que si bien se mostró muy superior, dejó entrever una confianza que ya no cabe en el fútbol.

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