Esquí

Las Federaciones regionales, en desacuerdo con la dirección de la Española

Lo más fundamental para que un organismo nacional deportivo pueda realizar su función con la máxima eficacia es contar con la confianza de todos y cada uno de sus cargos. Esto, sin embargo, no parece ocurrir en el seno de la Federación Española de Deportes de Invierno (FEDI), cuyas regionales Catalana y Aragonesa, principalmente, no están muy de acuerdo con las directrices marcadas por Madrid.

Así, durante la asamblea anual, el señor Torras, presidente de la Catalana, llegó a retirar todas las propuestas que llevaba, debido a ciertas «alusiones personales». Evidentemente, fue una lástim...

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Lo más fundamental para que un organismo nacional deportivo pueda realizar su función con la máxima eficacia es contar con la confianza de todos y cada uno de sus cargos. Esto, sin embargo, no parece ocurrir en el seno de la Federación Española de Deportes de Invierno (FEDI), cuyas regionales Catalana y Aragonesa, principalmente, no están muy de acuerdo con las directrices marcadas por Madrid.

Así, durante la asamblea anual, el señor Torras, presidente de la Catalana, llegó a retirar todas las propuestas que llevaba, debido a ciertas «alusiones personales». Evidentemente, fue una lástima, porque, en el caso teórico de que hubieran sido aceptadas en su totalidad (cosa que ni el mismo Torras esperaba), las cosas habrían cambiado sustancialmente dentro del esquí español.Para comenzar, la Federación Catalana pedía una reestructuración a fondo de la FEDI, exigiendo una mayor intervención dentro de los comités técnicos por parte de las regionales -sobre este tema, Manolo Martos, presidente del Comité Alpino, dice que hay delegados de estas federaciones regionales dentro de cada comité-; creación de un comité alpino infantil independienté del actual Comité Alpino; creación de un comité de promoción que se preocupara de crear un auténtico clima en favor del esquí, y la creación de otro comité, también separado del alpino, que se ocupara del equipo nacional de promesas.

Igualmente pedían que se reglamentara la asistencia de federativos a pruebas internacionales y Juegos Olímpicos por turnos rotativos, pues así se evitaría el que siempre vayan los mismos y se lograría un mayor conocimiento del esquí internacional por parte de las respectivas federaciones regionales.

Según Torras, «también pedimos el poder intervenir en decisiones y temas de interés nacional (cosa que, al parecer, tampoco vamos a poder hacer). Y, sin embargo, esto sería ideal para poder "vivir" el esquí nacional».

Por su parte, el señor Tricas, presidente de la Aragonesa, declaró que solamente hizo dos propuestas, pero fueron rechazadas, pues la asamblea en general demostró una gran pasividad. El presidente de la Aragonesa sigue diciendo que «la junta es la de siempre, aunque se cambió al presidente, el resto son los mismos y todo sigue igual. Las promesas de cambio de Alfonso de Borbón han quedado en "agua de borrajas"».

Por último, el señor Tricas se queja de que su labor, a veces, no resulta todo lo eficaz que desearía porque «los que luchamos desde las regionales por el esquí, siempre nos encontramos con las contradicciones y negativas de Madrid. Además, en las federaciones regionales siempre andamos faltos de presupuesto y así no se puede trabajar».

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