Miuras "aborregados" en Daimiel

Los cinco miuras que se lidiaron ayer en Daimiel (otro había muerto a cornadas en los corrales) tuvieron un comportamiento totalmente contrario al que caracterizó a la legendaria divisa. Muy mal presentados -pequeños y alguno ridículo, comicortos, varios sospechosamente romos- todos se cayeron, apenas se les pudo picar, y en el último tercio embestían con docilidad absoluta; con el mismo temperamento que las divisas comerciales caracterizadas de «borregas».Los toreros estuvieron por debajo de las facilidades que dio el ganado, pese a lo cual Ruiz Miguel cortó una oreja y Dámaso González dos. M...

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Los cinco miuras que se lidiaron ayer en Daimiel (otro había muerto a cornadas en los corrales) tuvieron un comportamiento totalmente contrario al que caracterizó a la legendaria divisa. Muy mal presentados -pequeños y alguno ridículo, comicortos, varios sospechosamente romos- todos se cayeron, apenas se les pudo picar, y en el último tercio embestían con docilidad absoluta; con el mismo temperamento que las divisas comerciales caracterizadas de «borregas».Los toreros estuvieron por debajo de las facilidades que dio el ganado, pese a lo cual Ruiz Miguel cortó una oreja y Dámaso González dos. Manili se tuvo que conformar con palmas y silencio. El único toro que no se cayó fue el sustituto de Domingo Ortega, al que, paradójicamente, protestaron por cojo.

Alternativa de Giraldo

Palencia.Toros de Francisco Galache, inválido el primero de El Víti y también el sobrero. El Viti, aviso y silencio. Palomo, aplausos y dos orejas. Pedro Giraldo, que tomó la alternativa, oreja y ovación.

Calahorra. Toros de Sepúlveda, mansos. Teruel, ovación y aplaulos. Julio Robles, silencio y palmas. Nimeño, ovación y palmas.

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