Otra corrida sin interés, a la medida de las figuras

Esto no tiene solución. -Mientras no haya un organismo competente. con atribuciones, entre ellas las de sancionar de forma que afecte seriamente a los intereses de quienes infrinjan aspectos fundamentales del espectáculo. la fiesta continuará en la misma pendiente de la decadencia. quién sabe si para desaparecer.El toreo de hoy es lo que han querido que sea, primero los grandes apoderados, -luego los empresarios poderosos, ahora los empresarios exclusivistas. que ejercen una férrea dictadura sobre todo el concierto taurino. El fracaso en que se resuelve gran parte de los festejos de lujo es el...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Esto no tiene solución. -Mientras no haya un organismo competente. con atribuciones, entre ellas las de sancionar de forma que afecte seriamente a los intereses de quienes infrinjan aspectos fundamentales del espectáculo. la fiesta continuará en la misma pendiente de la decadencia. quién sabe si para desaparecer.El toreo de hoy es lo que han querido que sea, primero los grandes apoderados, -luego los empresarios poderosos, ahora los empresarios exclusivistas. que ejercen una férrea dictadura sobre todo el concierto taurino. El fracaso en que se resuelve gran parte de los festejos de lujo es el gran fracaso de esos dictadores. porque a la ambición desmedida, a las prisas por llevárselo todo. han unido falta de afición. ningún sentido de la responsabilidad, torpeza. y han conducido un espectáculo único. con solera, cargado de historia, cuajado de hitos gloriosos. hasta el mismísimo desastre.

Plaza de Valencia

Sexta corrida de feria, Tres toros de Osborne Dornecq Hermanos, ¡rn presenta b les, flojos y sin casta; uno de Francisco Javier Osborne (cuarto), con cuajo, manso, y dos (quinto y sexto) dQ Manuel Camacho, correctos de tipo, también mansos. El Viti,, medía estocadá tendida (aplausos). Dos pinchazos y media (ovación y saludos). Arigel Teruel: dos pinchazos y estocada (ovación y salida al tercio). Dos pinchazos y estocada (pitos). José Mar¡ Manzanares: estocada baja (oreja). Buena estocada (oreja).

La corrida de ayer en Valencia, para que vamos a alborotar mas y salpicar de giros tremendistas el lenguaje. fue otra muestra del cúmulo de insensateces que configuran las posiciones del taurineo. Después de los escándalos del día anterior. con prácticamente los mismos toreros en el cartel. sacaron una corrida remendada. sin garantías de calidad en lo ánunciado y aún menos en los sustitutos. y encima la mitad de ella impresentable.

Una hora larga, inaguantable hora larga de soportar cites. pataditas en la arena. ¡es, para que. de tarde en tarde. se produjera un pase. Bueno o malo. ya daba lo mismo. El casoera veralgo. Nada en la lidia. primeros tercios detrámite. pues los torillos sólo soportaban una varita y de inmediato tenían los espadas que pedir el cambio de tercio, y últimos tercios premiosos, pesados. insufribles. que se reducían a citar y citar mientras las cabras fofas y mansas no andaban, se caían. o acaso agonizaban.

La segunda parte de la corrida ya resultó un poco más argumentada porque hubo toros, al menos en cuanto a presencia, si bien en lo que se refiere al comportamiento fueron otros pelmas inútiles que sólo soportaban el consabido. puyazo y se venían abajo.

El Víti, que se despedía de Valencia. brindó al público y construvó una faena interesante. iniciada con excelentes ayudados pases de la firma. Una tanda de derechazos le salió redonda. Sacó al toro a los medios. y allí se le acobardó. Las insisten tes porfías con la izquierda no tuvieron más resultado que continuos enganchones. En fin. esta vez El Viti estuvo bien porque no había género para torear mejor.

Gazapón y sin fijeza, el quinto, Teruel lo probó para hacerle el toreo de las exquisiteces. y como no era posible se dispuso a cazarlo después de un trasteo de alivio por media plaza. Caía la tarde y decaía de nuevo la corrida cuando Corbelle puso al público en pie con un gran par de banderillas cuadrando en la cara. del que salió andando. Teruel, que había banderilleado a su primero con la vulgaridad acostumbrada, tuvo ocasión de tomar buena nota de cómo se hace la suerte.

La aparente nobleza del sexto toro en los primeros tercios nos hizo concebir la esperanza de que Manzanares podría cuajar la gran faena. pero nos equivocamos. También ese toro se vino abajo. No tenía clase. El alicantino estuvo extraordinariamente valeíoso en un trasteo que resultó deslabazado. pues cada pase debía sacarlo con esfuerzo, primero. para provocar la casi nula arrancada Y. luego. para embarcar la embestida incierta de la res. El rernate fue una magnífica estocada. y así pudo Manzanares salvar con dignidad la tarde. Tarde que. aunque parezca indicar lo contrario la oreja que cortó en cada toro. no fue en absoluto triunfal. El primer trofeo había sido un regalito de la presidencia, el segundo. premio a la voluntad y a la estocada.

Pero de nadie es la culpa de estos resultados. salvo de los proplos matadores y sus exclusivistas . Los toros eran a su elección. Imponen las -anaderías que les e

viene en gana, pues para eso mandan. y a la postre ahí tienen el resultado: un balance mediocre en lo artístico y la plaza medio vacía. Mal para ellos y sobre todo mal para la fiesta. Y como no saben o no quieren organizarlo mejor. venga ya de una vez el organismo que los meta en vereda y poriga el espectáculo dentro de los cauces de autenticidad, emoción y belleza que siempre tuvo. Si aún estamos a tiempo, que ésa es otra.

Y es que, precisarnente, el estar o no a tiempo también depende de todos los que protagonizan la Fiesta, apoderados, empresarios y los propios toreros, porque ellos serían los que tendrían que arregarla. Si ellos noquieren, la solución. que debe ser urgente, se presenta verdaderaniente difícil.

Muchos trofeos en Santander

Toros de la ganadería de Antonio Pérez, bravos excepto el último. Buena entrada. Palomo Linares, dos orejas y rabo y una oreja; Dámaso González, dos orejas y dos orejas Y rabo; Niño de la Capea, dos orejas y rabo y aplausos.

Archivado En