Los rallyes abren nuevos caminos

Los rallyes, competiciones automovilísticas de habilidad y precisión en los terrenos más dispares y difíciles, tienden cada día a convertirse en pruebas de turismo-resistencia. Casi como continuación -o a semejanza- del larguísimo Rallye Londres-Sidney se celebrará entre los próximos 17 de agosto y 24 de septiembre la vuelta a América del Sur. Será la primera vez que se pueda recorrer el continente suramericano por carretera, una vez construido un tramo al norte del Brasil en plena Amazonia, entre Manaus y Boa Vista. El automovilismo abre así nuevas rutas al futuro turismo inexpl...

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Los rallyes, competiciones automovilísticas de habilidad y precisión en los terrenos más dispares y difíciles, tienden cada día a convertirse en pruebas de turismo-resistencia. Casi como continuación -o a semejanza- del larguísimo Rallye Londres-Sidney se celebrará entre los próximos 17 de agosto y 24 de septiembre la vuelta a América del Sur. Será la primera vez que se pueda recorrer el continente suramericano por carretera, una vez construido un tramo al norte del Brasil en plena Amazonia, entre Manaus y Boa Vista. El automovilismo abre así nuevas rutas al futuro turismo inexplotado en muchas zonas. Cuatro españoles intervendrán en la gran prueba.El Rallye Internacional Argentina 78 o Vuelta a América del Sur, organizado por el Automóvil Club Argentino (ACA) y, con la colaboración siempre importante del legendario Juan Manuel Fangio, constará de diez etapas y 29.500 kilómetros de recorrido, a través de otros diez países. La idea curiosa de esta prueba es mostrar al mundo Suramérica y que la hoja de ruta de los pilotos participantes se cambie en el future más civilizado -con sus ventajas, aunque también con sus enormes inconvenientes ecológicos- en el plano que lleve cualquier turista. El ACA es un precursor del turismo en su país, donde precisamente el gran problema es la concentración de habitantes en Buenos Aires -prácticamente la mitad del país, que tiene veinticinco millones- y el despoblamiento restante. Las distancias son muy grandes y la red de carreteras tan poco boyante. Justamente un rallye argentino abrió el turismo de la capital a Ushuala, la ciudad más austral del mundo, en Tierra de Fuego.

La Vuelta, a América del Sur será también el primer rallye en que se pueden recorrer casi 30.000 kilómetros sin cruzar ningún mar. Únicamente los participantes deberán pasar los ríos Negro y Paraná en barcazas. El presupuesto es de un millón de dólares -unos ochenta de pesetas- y la idea de los organizadores ha sido que concurriesen automóviles del tipo de calle, más o menos preparados. En términos técnicos participarán los denominados Grupo I, internacional y turismo nacional, locales, pues en Argentina no existe el Grupo I. Habrá cuatro categorías: hasta 1.300, cc, 1.600, dos litros y cinco litros. Los tres últimos tipos de coches podrán llevar dos o tres pilotos cada uno. El presupuesto para intervenir en una prueba de este,calibre, si no se pertenece a ninguna casa oficial. como la Mercedes, por ejemplo, debe sobrepasar con mucho el millón de pesetas. La casa alemana trata en este rallye de tomarse la revancha de su derrota en el último Rallye Safari, uno de los más duros del mundo y que se celebra por caminos de tierra y agua en Kenia. Su mejor hombre en la última edición, el polaco Zasada, será uno de los favoritos ahora, junto al finlandés Makinen y el inglés Cowan, todos ellos destacados en muchos rallyes, incluido el Londres-Sidney, el más largo disputado hasta el momento. Los españoles serán Lazcano-Del Val y un equipo castella no-catalán.

Las diez etapas de la prueba, con cinco días de descanso -por aquello del turismo- en Brasilia, Guiaba, Bogotá, Cuzco y Ushuala, serán: Buenos Aires- Montevideo; Montevideo-Asunción; Asunción-Brasilla, Brasilia-Caracas; Caracas-Bogolá; Bogotá-Quito; Quito-Lima; Lima-La Paz; La Paz-Santiago de Chile; y Santiago-Buenos Aires. Habrá tramos libres, con la única exigencia de llegar a cada punto en tiempo suficientemente amplio y cronometrados, en determinadas zonas difíciles que en realidad serán mayoría.

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