Tablas en la primera partida del encuentro Karpov-Korchnoi

Con un tranquilo empate, en dieciocho movidas y una variante teórica de simplificación, finalizó la primera partida del match por el título mundial de ajedrez, que se inició ayer en esta capital de verano de Filipinas. El campeón, Anatoly Karpov, soviético (veintisiete años), ofreció las tablas en la movida decimoctava, que aceptó de inmediato el desafiante Víctor Korchnoi (47), que conducía las blancas.

Después de las ácidas polémicas de los últimos seis días ha surgido una especie de armisticio entre los dos ajedrecistas, que discutieron por varios motivos, algunos de ellos intrascend...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Con un tranquilo empate, en dieciocho movidas y una variante teórica de simplificación, finalizó la primera partida del match por el título mundial de ajedrez, que se inició ayer en esta capital de verano de Filipinas. El campeón, Anatoly Karpov, soviético (veintisiete años), ofreció las tablas en la movida decimoctava, que aceptó de inmediato el desafiante Víctor Korchnoi (47), que conducía las blancas.

Más información

Después de las ácidas polémicas de los últimos seis días ha surgido una especie de armisticio entre los dos ajedrecistas, que discutieron por varios motivos, algunos de ellos intrascendentes, pero que correspondían a la guerra sicológica iniciada hace tiempo.Primero fue el problema de los banderines. La delegación soviética no admitía que en la mesa, al lado de Korchnoi, se instalara ningún pabellón, por la simple razón de que el desafiante es un apátrida, despojado de su nacionalidad soviética cuando se refugió en Amsterdam, en julio de 1976. Una comisión especial resolvió el pleito en forma salomónica, suprimiendo los banderines.

Después hubo discusión por el juego, por el reloj, por el sillón que Korchnoi había traído desde Suiza y que le había costado 1.400 dólares (112.000 pesetas), más los gastos del flete aéreo. Los soviéticos exigieron una rigurosa revisión de la poltrona, que fue analizada con rayos X para determinar si no ocultaba alguno de los modernos juguetes de hipnosis «a lo James Bond». Comprobada la inocencia del sillón, se discutió por el tipo de reloj y por el juego.

Hasta el mediodía, tres horas antes de iniciarse la partida programada para las diecisiete horas (once horas de Madrid), no había acuerdo sobre las piezas. Finalmente, la aparición providencial de un millonario de Manila, propietario de un juego «Staunton», que no se fabrican ya desde hace años, solucionó el problema. Las piezas «Staunton», de construcción inglesa, siempre han sido consideradas como las más aptas, por su peso y tamaño, para los encuentros magistrales. Ahora sólo existen imitaciones muy buenas, pero que no satisfacen la fina sensibilidad de muchos grandes maestros, incluidos Karpov y Korchnoi. El juego, que estaba en Manila, fue transportado en avión hasta Baguio.

La primera partida de ayer tuvo dos horas de duración. Al término de ella el campeón mundial permaneció en el escenario del Centro de Convenciones; conversando con aficionados filipinos, Korchnoi, en cambio, abandonó inmediatamente el lugar.

El salón tiene capacidad para un millar de espectadores y el precio de la entrada es de setenta centavos de dólar -unas 56 pesetas solamente- El interés de los aficionados casi no existió, puesto que solamente un centenar de ellos presenció el desarrollo del primer round.

Los días de juego serán los martes, jueves y domingos, con el sábado para el descanso; las suspendidas se continuarán los lunes, miércoles y viernes. La victoria será para quien obtenga primero seis victorias, sin contarse los empates. Los especialistas consideran que el tiempo máximo de duración será de tres meses, con un mínimo de dos."

Precisamente ante la posible larga duración del encuentro se ha especulado con que la resistencia física será muy importante en el desenlace del encuentro. Aunque Karpov es veinte años más joven que Korchnoi, no se puede olvidar que éste demostró ya tener mejores reservas en su ultimo encuentro común de Finales de 1973, lo mismo que en la primavera pasada frente a Spassky. Tal vez su situación anímica de revancha ante la URSS le dé también fuerzas suplementarias.

De todas formas Karpov se presenta como favorito, pese a que una victoria de Korchnoi tampoco sería una gran sorpresa. El actual campeón ha roto con a norma habitual de los titulares de esconderse tras la consecución del título y ha intervenido desde que lo consiguió por el «forfait» de Fischer en doce torneos muy importantes. De ellos ganó diez y quedó muy bien clasificado en los otros dos. Ha disputado un total de 167 partidas, con un palmarés impresionante de 79 victorias, 81 tablas y sólo seis derrotas

Archivado En