Críticas testimoniales de las tendencias minoritarias del CCOO

Las primeras posiciones críticas, representadas por las diferentes minorías y, obviamente, más testimoniales que efectivas, aparecieron ayer, en la segunda jornada, en el congreso de Comisiones Obreras. Durante la mañana, en sesión plenaria, intervinieron una parte de las delegaciones asistentes sobre el informe general del secretariado saliente, leído en la jornada de apertura por Marcelino Camacho.Las intervenciones -que seguían un orden alfabético y se interrumpieron para continuar hoy, en la delegación de Madrid- reflejaron mayoritariamente una aceptación del informe del secretariado gener...

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Las primeras posiciones críticas, representadas por las diferentes minorías y, obviamente, más testimoniales que efectivas, aparecieron ayer, en la segunda jornada, en el congreso de Comisiones Obreras. Durante la mañana, en sesión plenaria, intervinieron una parte de las delegaciones asistentes sobre el informe general del secretariado saliente, leído en la jornada de apertura por Marcelino Camacho.Las intervenciones -que seguían un orden alfabético y se interrumpieron para continuar hoy, en la delegación de Madrid- reflejaron mayoritariamente una aceptación del informe del secretariado general, introduciendo matizaciones de detalle más que de fondo. Las tendencias minoritarias, aquellas que consiguieron más del 10% de los votos de la delegación respectiva (actividades diversas, alimentación, agua, gas, electricidad y combustible, banca, comercio, Asturias, Castilla la Vieja, Euskadi y Madrid) expresaron su disconformidad con la valoración que se hacía de apartados del informe, especialmente en lo referente a los pactos de la Moncloa, la extensión de la unidad sindical, el programa contra el paro y la postura de CCOO ante la Constitución.

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En cuanto a los pactos de la Moncloa, la postura mayoritaria apreciaba que los citados acuerdos habían cumplido su papel de ayudar a consolidar la democracia y hacer frente a la crisis económica, aunque se lamentaban de que no hubiera existido un organismo de control y seguimiento del mismo.

Sobre el plan de solidaridad contra el paro -contribución de los trabajadores y las empresas para paliar el desempleo-, la delegación de Cataluña afirmó que no debería pronunciarse el Congreso hasta que no fuese rigurosamente discutido. Proposición que fue apoyada por comercio. Andalucía propuso, por su parte, tras valorar positivamente la pasada jornada del día 20 de acciones contra el paro, que se aprobase una resolución específica sobre el tema. Madrid propondría que los comités de empresa fueran controlando y disminuyendo las horas extraordinarias.

Asturias, en su tendencia mayoritaria, afirmó que la clase obrera no podía mantenerse al margen de la Constitución, y Cataluña condenó expresamente el lock-out. Sobre la unidad sindical, extremo en que las tendencias mayoritarias apoyaban el informe del secretariado, las tendencias minoritarias abogaron por no limitar la misma sólo a la unidad orgánica con UGT.

El congreso de CCOO, que guardó un rranuto de silencio y condenó sin paliativos el asesinato de un policía municipal de Tolosa, en un atentado el pasado miércoles, escuchó las intervenciones de los invitados Roberto Veiga, secretario general de la Central Cubana de Trabajadores; Enrique Pastorino, secretario general de la FSM (internacional con 180 millones de trabajadores afiliados); el Sindicato Libre de la Marina Mercante, y Luciano Lama, secretario general de la central italiana CGIL. El señor Lama, en su intervención, tras elogiar a CCOO, se refirió a las semejanzas entre ambas organizaciones y entre las situaciones que se viven en los dos países -violencia, necesidad de una política de consenso, crisis económica, política y moral-, para a continuación afirmar la necesidad de estrechar lazos entre las dos centrales, de reforzar el movimiento obrero europeo en el seno de, la CES y de que CCOO lograra con la UGT algo similar a lo que la CGIL ha conseguido en Italia, al federarse con la CISL y la UIL.

En la sesión de la tarde continuaron los trabajos de las ponencias, dos de las cuales (candidaturas y estatutos) no son abiertas. Las mayores tensiones se han producido con respecto al acuerdo de mantener en secreto las votaciones de los nuevos órganos directivos (véase EL PAIS de ayer) en contra de lo aprobado con anterioridad por el Consejo Confederal.

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