Motociclismo

Cinco muertos más en la isla de Man

El Tourist Trophy, tristemente célebre por el elevadísimo número de accidentes con que cuenta, ha cobrado cinco víctimas más. Ya son 121 los pilotos que han encontrado la muerte en tan extraño circuito desde que, en 1907, comenzaron a disputarse carreras en la isla de Man.Aunque la prueba ya no es puntuable para el campeonato del mundo, en el circuito británico sigue disputándose el Tourist Trophy. El circuito es una carretera que bordea la isla. En sus 62 kilómetros de recorrido, totalmente faltos de sistemas de seguridad, el piloto debe atravesar pueblos, cruzar vías de trenes, rodar sobre p...

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El Tourist Trophy, tristemente célebre por el elevadísimo número de accidentes con que cuenta, ha cobrado cinco víctimas más. Ya son 121 los pilotos que han encontrado la muerte en tan extraño circuito desde que, en 1907, comenzaron a disputarse carreras en la isla de Man.Aunque la prueba ya no es puntuable para el campeonato del mundo, en el circuito británico sigue disputándose el Tourist Trophy. El circuito es una carretera que bordea la isla. En sus 62 kilómetros de recorrido, totalmente faltos de sistemas de seguridad, el piloto debe atravesar pueblos, cruzar vías de trenes, rodar sobre pisos de muy diferentes condiciones. Incluso, dada las condiciones meteorológicas de la isla, es muy probable que mientras en una zona el tiempo sea seco y soleado, en otra llueva torrencialmente, o exista una niebla cerrada. De ahí la dificultad de elección de neumáticos.

En esta ocasión, a la macabra y extensa lista de víctimas, en la que se encuentra el español Santiago Herrero, hay que añadir los nombres de Stephen Davis, vencedor en la pasada edición de la prueba de quinientos centímetros cúbicos, y que resultó golpeado contra una pared, muriendo instantáneamente; el de Hennen, que comandaba la prueba en el momento del accidente, en el que se destrozó su cuerpo en una caída incomprensible; los de McHobson y Birch, quienes, a más de 160 kilómetros por hora, chocaron con su sidecar con el del equipo que les precedía, que habían caído al descolocarse en un bache de la carretera; y, también, el de Traschel, también piloto de sidecar, que cayó instantes después de los anteriores y precisamente en el mismo lugar que ellos.

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