La sanción al entrenador del Mallorca, atropello reglamentario

La sanción dictada por la Federación Balear contra el entrenador del Mallorca -tres meses de sus pensión de empleo y sueldo- le supone al mismo, según los reglamentos vigentes del fútbol español, una multa de casi medio millón de pesetas, cerca de la mitad de sus ganancias anuales. Al margen del desenlace que pueda tener -Alexanco, que así se llama el entrenador, ha elevado recurso- el caso ha puesto de nuevo de manifiesto la abusiva y anacrónica reglamentación laboral que tienen que afrontar los profesionales del fútbol.El nombre de Alexanco, entrenador del Mallorca, fue levemente conocido po...

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La sanción dictada por la Federación Balear contra el entrenador del Mallorca -tres meses de sus pensión de empleo y sueldo- le supone al mismo, según los reglamentos vigentes del fútbol español, una multa de casi medio millón de pesetas, cerca de la mitad de sus ganancias anuales. Al margen del desenlace que pueda tener -Alexanco, que así se llama el entrenador, ha elevado recurso- el caso ha puesto de nuevo de manifiesto la abusiva y anacrónica reglamentación laboral que tienen que afrontar los profesionales del fútbol.El nombre de Alexanco, entrenador del Mallorca, fue levemente conocido por el gran público a raíz del encierro de los jugadores de este club -que se ha hecho tristemente célebre esta temporada a consecuencia de la subasta-, pues se unió a éstos en la protesta. No mucho después de aquello, Alexanco, a causa de un accidente en la carretera, perdió un día el avión que debía trasladar al equipo de Palma a Valencia, para desde allí ir a Onteniente a jugar su partido de Liga. A pesar de que Alexanco consiguió tomar poco después un avión a Alicante y desde allí fue en taxi a Onteniente -donde llegó tres horas antes del partido- el club decidió que su conducta se hacía merecedora de sanción y te denunció ante la Federación Balear. Esta abrió expediente y decidió sancionarle con tres meses de suspensión de empleo y sueldo.

La sanción podría parecer aceptable, pese a ser desproporcionada, pero al medir sus consecuencias económicas es cuando se descubre hasta qué punto es inadmisible que unos profesionales sigan sujetos a una reglamentación así: según los reglamentos de la Federación, un entrenador suspendido ha de pagar una multa de 10.000 pesetas por partido que juegue el equipo en ese plazo, más la parte proporcional de la ficha de contrato.

Alexanco tiene en el Mallorca un contrato de nueve meses -octubre a junio-, con ficha de 600.000 pesetas y mensualidades de 50.000. En total, el Mallorca le habría de pagar en el curso de la temporada 1.050.000 pesetas, más otra cantidad variable en concepto de primas. Decimos «habría de pagar». porque, hasta el momento y por los conocidos problemas económicos del club, Alexanco gólo ha podido ,cobrar tres mensualidades y ninguna porción de la ficha. Pues bien, la sanción de tres meses se traduce, en lo económico, en 130.000 pesetas por trece partidos disputados en esos tres meses, más 150.000 por tres mensualidades, más 200.000 como parte proporcional de la ficha. En total, 480.000 pesetas de multa a un profesional con ganancias de 1.050.000 al año.

Su recurso está en marcha. Si gana -como parece probable- habrá resuelto su problema, como es de desear. Pero es más de desear aún que la situación laboral en que se desenvuelven los profesionales del fútbol -numerosos- se resuelva en breve. Los que cobran un millón y medio por ir al Mundial son los menos. Los más son los que tienen ingresos medios o bajos, sufren problemas para cobrarlos y trabajan bajo un reglamento feudal.

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