Baloncesto

Madrid-Juventud, un gran espectáculo que ganaron los blancos

La Liga está al rojo vivo. El baloncesto andaba necesitado de esta lucha por el Campeonato con Juventud y Real Madrid metidos en ella y con ejemplos tan bellos como el del domingo en el Pabellón. El partido fue entre dos equipos auténticamente europeos, con baloncesto de alta calidad, sin concesiones entre dos conjuntos que tuvieron para sí un tiempo para cada uno. El primero, netamente madridista, dominador por completo de su rival, que se mostró nervioso en exceso, contraído y reiteradamente fallón. Las tornas se cambiaron en la segunda mitad para encontrarnos con unos badaloneses que fueron...

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La Liga está al rojo vivo. El baloncesto andaba necesitado de esta lucha por el Campeonato con Juventud y Real Madrid metidos en ella y con ejemplos tan bellos como el del domingo en el Pabellón. El partido fue entre dos equipos auténticamente europeos, con baloncesto de alta calidad, sin concesiones entre dos conjuntos que tuvieron para sí un tiempo para cada uno. El primero, netamente madridista, dominador por completo de su rival, que se mostró nervioso en exceso, contraído y reiteradamente fallón. Las tornas se cambiaron en la segunda mitad para encontrarnos con unos badaloneses que fueron por todo y a punto estuvieron de conseguir su objetivo: perder por menos de siete. De todas formas, perdieron su imbatibilidad en el partido número 42 de la temporada.El Juventud comenzó el en cuentro poniendo en práctica tácticas y sistemas preconcebidos de antemano. Con defensa individual, pasando a zonas después de conseguir encestar. En ataque la cosa quedaba clara: buscar la incursión de Slavnic o los tiros a media distancia de Fernández y Margall. El Real Madrid hizo defensa individual, y el marcador en los primeros minutos fue muy apretado: 10-9 en el minuto cinco. Para ese entonces ya quedaba demostrado que en defensa nadie daba facilidades, había mucho «palos», y los nervios estaban a flor de piel. Lo que al principio habían sido pérdidas continuas de balón de los blancos se convertía después en fallos repetidos de los verdinegros.

En el minuto siete el Madrid había Igualado los siete puntos de desventaja (18-11), y ahí empezó la racha de Prada, un coloso todo el partido, que llevó a los de Sainz a un 39-23 a cinco minutos del descanso. Sustituciones de Cabrera y Luyk en los sitios de Corbalán y Rullán y el Madrid se marchó al descanso con un 50-30, que parecía dejar todo decidido, en especial por lo acontecido hasta entonces. Margall (2 de 10), Filbá y Fernández se retiraban con sólo cuatro puntos cada uno en su haber.

En la segunda parte todo parecía decantarse aún más del lado blanco: la cuarta personal de Slavnic (minuto cinco), momento en que el Juventud se decidió definitivamente a defender en zonas, la quinta de Santillana (minuto diez) y la quinta de Filbá (minuto quince). Los parciales de esos tiempos fueron 65-46, 71-59 y 85-75, respectivamente. Pero el Juventud demostró que no estaba todo entregado y, a pesar de que Prada se continuaba multiplicando y contando por aciertos sus intervenciones, una racha de Fernández y Margall dejó el marcador en sólo siete puntos (89-82) a falta de dos minutos y medio. Esta diferencia se repitió varias veces en el escaso tiempo que quedaba y faltando 54 se gundos (93-86) fue Prada el que decidió.

Ahora la Liga la decidirá el Barcelona, que se ha convertido en juez único. El domingo próximo visita Badalona y el 2 de abril recibe al Madrid en el Palau.

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