El Getafe perdió dos puntos y a su afición

Cuando un equipo lo tiene todo en contra las cosas, lógicamente, no pueden salir bien. Esto le ocurrió al Getafe, que volvió a ofrecer una penosa imagen, esta vez con los errores de siempre acrecentados, Los aficionados getafenses -que desertaron en buen número de Las Margaritas, que recibieron al equipo de forma hostil, y, que, al final, decepcionados, increparon durísimamente a los jugadores y llegaron casi a agredirles- protagonizaron unos incidentes lamentables.Del partido en sí, poco o casi nada cabe reseñar. El cese de Segura obligó a buscar a su ex segundo -Aparicio- como solución de em...

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Cuando un equipo lo tiene todo en contra las cosas, lógicamente, no pueden salir bien. Esto le ocurrió al Getafe, que volvió a ofrecer una penosa imagen, esta vez con los errores de siempre acrecentados, Los aficionados getafenses -que desertaron en buen número de Las Margaritas, que recibieron al equipo de forma hostil, y, que, al final, decepcionados, increparon durísimamente a los jugadores y llegaron casi a agredirles- protagonizaron unos incidentes lamentables.Del partido en sí, poco o casi nada cabe reseñar. El cese de Segura obligó a buscar a su ex segundo -Aparicio- como solución de emergencia y ciertamente es a él a quien menos puede culparse del nuevo desaguisado. Bastante hizo con sentarse en el banquillo en circunstancias tan desfavorables. El Getafe careció siempre de ideas, de recursos y de una mínima estrategia. Ahora mismo, y si el nuevo entrenador, Poli, no obra de revulsivo, el Getafe es un equipo abocado al descenso de forma irremediable.

En varias fases del juego, la situación de los jugadores en el campo fue un completo desastre. Cada uno vagó a su aire, aunque todos lucharon por lograr algo mejor, y tuvieron su oportunidad en los minutos iniciales de la segunda parte, en los que presionaron de forma tan insistente como inútil.

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