Valdemorillo

Los toreros no pudieron con el genio de los novillos

Valdemorillo cerró su feria con el ya tradicional festival taurino. Toreros y novilleros, de interés para el aficionado por su estilo contrastado de finos intérpretes del toreo Pero unos más y otros menos, todo han defraudado. Andrés Vázquez no pudo en ningún momento con el genio de su novillo, que lo trajo de cabeza. Perdido en el deslucido trasteo, quedaron, no obstante apuntes de su clase en algún natural o derechazo.Macareno estuvo airoso con el capote. Unas verónicas, media sobre todo, y unas chicuelinas tuvieron el sello personal del toreo sevillano. Comenzó muy bien con la muleta: dos p...

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Valdemorillo cerró su feria con el ya tradicional festival taurino. Toreros y novilleros, de interés para el aficionado por su estilo contrastado de finos intérpretes del toreo Pero unos más y otros menos, todo han defraudado. Andrés Vázquez no pudo en ningún momento con el genio de su novillo, que lo trajo de cabeza. Perdido en el deslucido trasteo, quedaron, no obstante apuntes de su clase en algún natural o derechazo.Macareno estuvo airoso con el capote. Unas verónicas, media sobre todo, y unas chicuelinas tuvieron el sello personal del toreo sevillano. Comenzó muy bien con la muleta: dos pases por bajo y dos de trinchera. Pero aquí se acabó todo, no se confió y anduvo con precau ciones por la cara del bovino.

Plaza de Valdemorillo

Festival taurino. Novillos de Víctor Aquirre: aceptables de presencia, cómodos de cabeza, nobles, pero con genio. Andrés Vázquez: Palmas. Macareno: dos orejas y rabo, éste protestado. Curro Vázquez: palmas. Pedro Somolinos: oreja. Curro Caro: silencio. El aficionado Antonio Vaqueriza, que mató un becerro: palmas.

A Curro Vázquez le tocó el peor novillo, y el hombre no consiguió centrarse con él. Trasteó precavido y sin ilusión.

Pedro Somolinos estuvo en su línea. Fácil, fino y frío, más atento a componer la figura que a templar la noble embestida de la res, Faena sobre la derecha, y entre la cantidad, dos derechazos templados con adecuado remate en la cadera.

Curro Caro bajó bien las manos con el capote, pero le faltó quietud. Aseado con la muleta, con el defecto del encimismo, normal en alguien que empieza. Dio una serie aceptable de naturales y dos pases de pecho con mando y hondura.

El aficionado Antonio Vaqueriza lidió un becerro y estuvo aseado. Tuvieron sabor sus trincherazos, y se mostró muy suelto en el manejo de la espada.

En resumen, el genio de los novillos de Víctor Aguirre pudo con los toreros. Al parecer, el arte y las buenas maneras están reñidos con algo tan fundamental como es el mando, el dominio.

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