Baloncesto

Coughran, un coloso bajo los aros

Que la Liga se presenta bajo los mismos auspicios que las anteriores, ya quedó demostrado en la primera jornada, se reiteró en la segunda y es muy posible que quede definitivamente consumado en la tercera, que es la próxima. Sí, porque el domingo que viene se celebra en Badalona, un Juventud-Real Madrid, que puede dar al traste con los pocos síntomas de competición que tiene la Liga española.El Real Madrid no da opción al adversario que le toque en turno y el domingo, el Hospitalet hubo de sufrir en sus propias carnes el martilleo constante al que los jugadores blancos_someten al equipo rival....

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Que la Liga se presenta bajo los mismos auspicios que las anteriores, ya quedó demostrado en la primera jornada, se reiteró en la segunda y es muy posible que quede definitivamente consumado en la tercera, que es la próxima. Sí, porque el domingo que viene se celebra en Badalona, un Juventud-Real Madrid, que puede dar al traste con los pocos síntomas de competición que tiene la Liga española.El Real Madrid no da opción al adversario que le toque en turno y el domingo, el Hospitalet hubo de sufrir en sus propias carnes el martilleo constante al que los jugadores blancos_someten al equipo rival. Los discípulos de Moncho Monsalve, aunque tuvieron buenos principios, sólo fueron capaces de aguantar los diez primeros minutos (26-25), exactamente los mismos que el cinco madridista tardó en calentar motores y encontrar el camino del aro rival, porque a partir de ahí todo fue como siempre: 46-35 (minuto dieciséis) y el parcial en el descanso de 54-37.

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En la segunda mitad se pudo comprobar el buen momento de todo el conjunto de Lolo Sainz, a excepción de Rullán, al que el entrenador madridista no utilizó en todo el encuentro pensado, sin duda, en Badalona, pero tampoco fue necesaria su participación porque en los últimos veinte minutos, el parcial del marcador de 69-34 da idea de la perfección con que actuó el Madrid. en todos sus elementos hasta machacar materialmente al contrario que hubo de limitarse a poner voluntad y dejar pasar el tiempo para observar el resultado final de 123-71 con la tranquilidad que da el contar de antemano ya con este vapuleo. Pero mención aparte merece la actuación de John Cougliran, un auténtico coloso defendiendo al contrario más difícil, el moreno Davis, y quedándole recursos para anotar ¡cincuenta puntos! con un porcentaje increíble: veintitrés aciertos de veintiséis intentos (88,5 %). La perfección personificada en un jugador. Y la Liga se acaba... apenas comenzar.

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