Controladas las hemorragias gástricas de Bernabéu

«Bernabéu se encuentra mejor», comentó ayer el gerente del Real Madrid, cuando a media tarde abandonaba la clínica donde se encuentra internado el presidente madridista. Antonio Calderón acababa de salir de la sala de quirófanos, donde un hombre más del Real Madrid, en este caso, el médico doctor López Quiles, estaba dispuesto para ser intervenido quirúrgicamente tras una paralización intestinal.El gerente del Madrid después amplió más detalles sobre la situación clínica de Santiago Bernabéu. Dijo que el cuadro médico que atiende al presidente, después de aplicarle el tratamiento considerado m...

«Bernabéu se encuentra mejor», comentó ayer el gerente del Real Madrid, cuando a media tarde abandonaba la clínica donde se encuentra internado el presidente madridista. Antonio Calderón acababa de salir de la sala de quirófanos, donde un hombre más del Real Madrid, en este caso, el médico doctor López Quiles, estaba dispuesto para ser intervenido quirúrgicamente tras una paralización intestinal.El gerente del Madrid después amplió más detalles sobre la situación clínica de Santiago Bernabéu. Dijo que el cuadro médico que atiende al presidente, después de aplicarle el tratamiento considerado más oportuno, consiguió cortar las hemorragias gástricas, que ayer ensombrecieron el panorama de la enfermedad que aqueja a Bernabéu, y que le llevaron a un estado denominado de «precoma».

«Santiago Bernabéu está ahora más tranquilo. Esperamos que por ahora no se presenten nuevas complicaciones. De todos modos, a última hora de la noche volverán los médicos que le atienden.»

El gerente madridista aseguró que sí había adelgazado algo, al alimentarse sólo de líquido, pero no demasiado como para tomarse como un detalle de preocupación. El enfermo, después de superar las hemorragias gástricas que sufrió ayer, pasó un día tranquilo, dentro de la gravedad del pronóstico que se anunció desde que fue ingresado en la clínica. En la habitación de Santiago Bernabéu figura el cartelito de la prohibición de toda visita; en ella no entran más que algunos directivos madridistas -a no todos se les permite-, así como a la esposa del presidente, doña María, que pasa la mayor parte del día en la clínica. «Está mucho mejor», comentó. Ayer, precisamente por esto, apenas puso dificultad alguna para dejarse fotografiar. Dijo que no le importaba que ese detalle no le gustase a Antonio Calderón, según le indicó el conserje, que el club ha colocado allí, como un vigilante más.