El Movimiento Comunista no sufre ninguna crisis

«El Movimiento Comunista niega rotundísimamente que las afirmaciones de los expulsados tengan alguna base real», dijo ayer en una rueda de prensa el secretario general de este partido, Eugenio del Río, respecto a las informaciones difundidas por siete militantes separados de la organización, según las cuales ésta se hallaba a punto de disolverse, para reconvertirse en una federación de las organizaciones que lo forman.El señor Del Río añadió que, efectivamente, el MC estudia la posibilidad de dotarse de una nueva estructura federal, hecho en el que pudo basarse tal interpretación. Javier Alvar...

«El Movimiento Comunista niega rotundísimamente que las afirmaciones de los expulsados tengan alguna base real», dijo ayer en una rueda de prensa el secretario general de este partido, Eugenio del Río, respecto a las informaciones difundidas por siete militantes separados de la organización, según las cuales ésta se hallaba a punto de disolverse, para reconvertirse en una federación de las organizaciones que lo forman.El señor Del Río añadió que, efectivamente, el MC estudia la posibilidad de dotarse de una nueva estructura federal, hecho en el que pudo basarse tal interpretación. Javier Alvarez Dorronsoro, responsable de la organización de Madrid, de la que eran dirigentes los expulsados, explicó que la expulsión se debió a faltas de disciplina, concretamente a la difusión de rumores falsos y ataques al partido, a sus militantes y sus dirigentes. Estas faltas se habrían producido a mediados de mayo, aunque las primeras medidas disciplinarias no se tomaron hasta el 13 de julio, y en este tiempo los expulsados pudieron exponer sus razones.

Los señores Del Río y Dorronsoro insistieron en que el problema se limita a la organización de Madrid, y que la parte afectada es minoritaria, aunque no se descarta que otros militantes hayan seguido a los expulsados.

Este y otros temas fueron debatidos durante la reunión que el comité central del MC celebró el pasado fin de semana. Entre otras cuestiones, se acordó el rechazo de un posible Gobierno de concentración, cuya posibilidad fue calificada como «fraude a los electores de izquierda»; se expresó la preocupación de la organización por el secreto al elaborar la Constitución, y se propuso al respecto al celebración de un referéndum sobre la forma de Gobierno.