La Primera División 77-78: el Athletic

Aitor y Tirapu, dos refuerzos para San Mames

Subcampeón de la Copa de España, subcampeón de la Copa de la UEFA, tercero en la Liga pasada, el Athletic de Bilbao va a afrontar esta temporada con las miras puestas en alcanzar el titulo en alguna de las tres competiciones en las que de nuevo va a participar. En el orden deportivo son nuevos Aitor Aguirre y Tirapu. Pero, también, es de nuevo cuño, su actual Junta Directiva, que encabeza Jesús Duñabeitia, un hombre del PNV.

El Athletic es fiel representante del pueblo vasco. Desde hace unos días, la ikurriña ondea ya en los mástiles del histórico San Mamés la llamada «catedral» del fút...

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Subcampeón de la Copa de España, subcampeón de la Copa de la UEFA, tercero en la Liga pasada, el Athletic de Bilbao va a afrontar esta temporada con las miras puestas en alcanzar el titulo en alguna de las tres competiciones en las que de nuevo va a participar. En el orden deportivo son nuevos Aitor Aguirre y Tirapu. Pero, también, es de nuevo cuño, su actual Junta Directiva, que encabeza Jesús Duñabeitia, un hombre del PNV.

El Athletic es fiel representante del pueblo vasco. Desde hace unos días, la ikurriña ondea ya en los mástiles del histórico San Mamés la llamada «catedral» del fútbol español. Y en el aspecto deportivo ese reflejo se ha traducido desde su fundación, allá por el año 1898, en un continuismo deportivo, basado en la formación del equipo representativo por hombres nacidos en la región vasca.En las últimas temporadas, la otrora magnífica cantera vasca, pareció pasar por una especie de bache. El Athletic, entonces, hubo de recuperar a otros hombres -siempre vascos- que se formaron lejos del San Mamés, tales como Zabalza -hoy directivo del Osasuna-, Lasa, Irureta, Churruca, y los recientes Aitor Aguirre y Tirapu.

José Antonio Eguidazu, un gran presidente, dejó a finales de temporada anterior, la presidencia del club. A las elecciones se presentaron dos hombres: Sota, al que apoyaba la anterior directiva, y Duñabeitía. Por un apretado margen de puntos, éste fue proclamado presidente en elecciones bastante reñidas. Duñabeitía quiere cambiar algo de la fisonomía burocrática del club y pretende desarrollar una política de puertas abiertas de cara a la prensa y a los aficionados del «Bocho».

Con las dos nuevas adquisiciones, Tirapu -procedente del Valencia e iniciado futbolísticamente en el Osasuna- y Aitor Aguirre -procedente del Rácing santanderino-,- el Athletic ha completado una plantilla que puede catalogarse sin temor como una de las más compensadas y fuertes de los equipos españoles. KoIdo Aguirre, entrenador, va a encontrar agradables quebraderos de cabeza a la hora de confeccionar un posible once titular.

Iríbar, pese a su veteranía, continúa siendo uno de los metas más seguros. Su sola presencia entre los palos de la portería impone respeto a sus adversarios. La defensa, línea habitualmente floja del equipo, puede encontrar de forma definitiva su asentamiento con la experiencia que han acumulado este año los jóvenes Alexanco y Goicoechea, ambos recién cumplida la veintena. La presencia de Tirapu, que aunque habitual centrocampista también se mueve con soltura en el lateral, refuerza aún más la zaga.

El centro del campo y la delantera constituyen la mayor baza del Athletic. Villar, Irureta, Churruca, Chechu Rojo, y el ya citado Tirapu, forman un bloque bien entramado y de extraordinaria calidad. El descarte de algunos de ellos se hace problemático. Y, en punta, el pequeño Dani, goleador fogoso y peleón, debe tener sitio, mientras Carlos y Aitor buscarán la camiseta número nueve. El ala izquierda -Rojo I-Churruca- es inamovible.

Plantilla

Porteros: Iríbar y Zaldúa.

Defensas: Lasa, Astrain, Guisasola, Goicoechea, Escalza y Alexanco.

Centrocampistas: Villar, Irureta, Churruca, Rojo II, Tirapu, Garay y Vidal.

Delanteros: Dani, Carlos, Rojo I, Aitor Aguirre, Amorrortu y Bengoechea.

KoIdo Aguirre comienza su segunda temporada al frente del equipo vasco. Su labor ha sido positiva en la campaña anterior, aunque faltó algún título para culminarla de manera brillante.

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