Fuerzas y escaladores

El Tour 77 empezó con un interés muy recortado, pues los Pirineos fueron mínimos y siguió sin ninguno porque el llano resultó demasiado largo. El interés ha vuelto y con más intensidad en unos Alpes selectivos para el triunfo final. Selectivos y sorprendentes, pues la victoria de Kuiper en Alpe d'Huez, y que el tartamudo holandés sea ya uno de los dos únicos candidatos a acabar vencedor en los Campos Elíseos, no lo esperaba nadie.El Tour 77, por lo que se ve, há querido jugar con el interés y con los pronósticos. Se ha demostrado que la,montaña rompe las carreras, pero también que las fuerzas ...

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El Tour 77 empezó con un interés muy recortado, pues los Pirineos fueron mínimos y siguió sin ninguno porque el llano resultó demasiado largo. El interés ha vuelto y con más intensidad en unos Alpes selectivos para el triunfo final. Selectivos y sorprendentes, pues la victoria de Kuiper en Alpe d'Huez, y que el tartamudo holandés sea ya uno de los dos únicos candidatos a acabar vencedor en los Campos Elíseos, no lo esperaba nadie.El Tour 77, por lo que se ve, há querido jugar con el interés y con los pronósticos. Se ha demostrado que la,montaña rompe las carreras, pero también que las fuerzas de cada corredor muchas veces son incontrolables.

En la pasada edición, otra etapa del Tour, la novena, también terminó en Alpe d'Huez. Fue distinta a la de ayer, pues en lugar de «calentar» a los corredores con otros puertos de primera categoría -la Madeleine y el Glandón-, la etapa sólo tuvo otro de segunda -Luitel-, pero, en cambio, más de 250 kilómetros de recorrido. En resumidas cuentas, pese a su mayor kilometraje, fue más suave dé trazado. Y en ella, con triunfo de Zoetemelk por tres segundos sobre Van Impe, tras una lucha común, Kuiper perdió casi cinco minutos Era lo lógico, porque el campeón olímpico de Munich, 1972, y mundial profesional en Yvoir, 1975, nunca ha brillado en la escalada.

¿Qué ha ocurrido esta vez en- tonces? Quizá como en un partido de cualquier deporte de juego. Si un equipo gana por gran diferencia a otro, es difícil apreciar si es por que aquél jugó mucho mejoro éste peor. Kuiper venció ayer a todos, porque está en magnífica forma, pero también porque los escaladores, especie a extinguir, fallaron. Van Impe, cuando parecía vencedor, Galdos, aunque se recuperó al final. Ahora, salvo que el holandés de cualquier día un golpe de escapada final en los que sí, es especialista -hoy, por ejemplo-, el gran favorito es el hombre más regular con la contra reloj de Dijon al fondo: Thevenet.

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