Esgrima: Campeonatos del Mundo

Dos títulos individuales para la URSS

Ayer fue jornada de descanso en los Campeonatos del Mundo, tras haberse disputado ya los cuatro títulos individuales, tres masculinos y uno femenino, y a la espera de los de equipos. La Unión Soviética, aunque perdió los títulos de sable y espada, ha sido la única que ha ganado dos, ambos en florete, pues si en el lado masculino se impuso Romankov, en el femenino lo hizo Valentina Sidorova.Tras la victoria de Romankov, que fue a más en la «poule final», llegó la victoria del húngaro Pal Gerevich, en sable. Una victoria emocionante, pues Gerevich lograba un título mundial veintidós años después...

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Ayer fue jornada de descanso en los Campeonatos del Mundo, tras haberse disputado ya los cuatro títulos individuales, tres masculinos y uno femenino, y a la espera de los de equipos. La Unión Soviética, aunque perdió los títulos de sable y espada, ha sido la única que ha ganado dos, ambos en florete, pues si en el lado masculino se impuso Romankov, en el femenino lo hizo Valentina Sidorova.Tras la victoria de Romankov, que fue a más en la «poule final», llegó la victoria del húngaro Pal Gerevich, en sable. Una victoria emocionante, pues Gerevich lograba un título mundial veintidós años después de que lo lograra su padre, a su vez uno de los tiradores liúngaros más laureados, tres veces titular mundial y también campeón olímpico en Londres, en 1948. Cuando el mejor colocado en la fase decisiva parecía ser el soviético Nazlymov, que defendía su título, Gerevich le venció y aseguró su camino hacia la medalla de oro.

En espada, aunque el triunfo de un sueco entraba dentro de lo normal no lo fue el hombre que lo consiguió, pues el favorito era el gigantesco arqueólogo Edling, tirador de 33 años, veterano, pero de gran experiencia. La sorpresa, sin embargo, vino de otro compatriota, el joven de veintidós años Harmenberg, que triunfó después de un desempate o «barrage».

Por último, el florete femenino fue una revancha soviética sobre Hungría de los últimos Juegos Olímpicos de Montreal, donde triunfó llona Schawarzenberger, y los anteriores mundiales de 1974, que vieron ganara Ildiko Bobis. La Schawarzenberger fue esta vez tercera, tras otra soviética, Elena Belova, segunda, y la vencedora, Valentina Sidorova.

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