Tour

Merckx resta siete segundos a Thurau

La séptima etapa del Tour volvió a tener dos sectores. El primero, en línea entre Jaunay Clan -tras netitralización desde Limoges- y Angers, de 139,5 kilómetros, fue ganado al sprint por Sercu, el hombre rápido del equipo de Merckx. En el segundo, contra reloj por equipos sobre cuatro kilómetros en la misma capital del Anjou se impuso igualmente el Fiat, que no marcha bien clasificado desde la. etapa pirenaica donde sólo respondió su jefe de fila, pero que para este tipo de sectores por equipos e incluso como bloque, es el más compacto. Con las bonificaciones conseguidas Merckx restó si...

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La séptima etapa del Tour volvió a tener dos sectores. El primero, en línea entre Jaunay Clan -tras netitralización desde Limoges- y Angers, de 139,5 kilómetros, fue ganado al sprint por Sercu, el hombre rápido del equipo de Merckx. En el segundo, contra reloj por equipos sobre cuatro kilómetros en la misma capital del Anjou se impuso igualmente el Fiat, que no marcha bien clasificado desde la. etapa pirenaica donde sólo respondió su jefe de fila, pero que para este tipo de sectores por equipos e incluso como bloque, es el más compacto. Con las bonificaciones conseguidas Merckx restó siete segundos a Thurau en la clasificación general. Los españoles fracasaron en este segundo sector, y el primer clasificado fue Menéndez, en el puesto 26.Angers fue la pasada edición meta de la primera etapa del Tour. Tras 173 kilómetros desde Merlin Plage, salida de la carrera, Maertens comenzó a imponer la ley de su sprint, como ya la había impuesto contra reloj el día anterior en la etapa prólogo. A continuación, hasta los Alpes, primeras dificultades montañosas, el campeón del mundo asombraría con su facilidad para dominar las llegadas y los tramos contra el cronómetro.

Este año, sin embargo, no hay un líder de los sprints. Ayer en Angers logró su primer triunfo Patrick Sercu, el «pistard» llegado a las carreteras hace poco tiempo y que aún no había mostrado sus cualidades en el Tour. Venció después del ataque del pelotón encabezado por Thurau a una nueva escapada de Raas, el ganador destacado en Limoges a .pocos kilómetros de la meta. La etapa había transcurrido relativamente movida y sólo se animó en dos momentos con sendos intentos de escapada o de probar .fuerzas de Danguillaume y del mismísimo Merckx, que sorprende cada día un poco más.

Luego del obligado descanso se corrió la contra reloj por equipos en la que se jugaba más que otra cosa unas bonificaciones de segundos bastante interesantes. El Fiat de Merckx, al ganar, obtuvo diez segundos, por seis del Peugeot, de Thevenet y Laurent, segundo y tres del Raleigh, de Thurau y Kuiper, tercero. Así, Merckx arañaba siete segundos a Thurau y tres tanto Thevenet como Laurent, éste último en mucha mejor forma que el año pasado.

La general apenas sufre cambios, pero sí se producen por ello nuevas diferencias de segundos. Es el pequeño aliciente a unas etapas llanas y sin la historia cruda de la montaña. Hoy continuará lo mismo con la octava entre Angers y Lorient, de 246 kilómetros, otro de los tramos marathonianos camino de Bélgica. Será la última vez que se llegue al borde del mar, justamente al noroeste de Francia. Consuelo para los corredores será que no habrá neutralización como ayer -de Limoges a Jaunay Clan- ni tampoco como mañana, pues desde Rennes los corredores deberán ir hasta Bagnoles de I'Orne, salida de la décima etapa. La organización del Tour, ya se sabe, no ha desaprovechado oportunidades de que hayan proliferado las sedes dobles, de fin y salida de etapas para embolsarse dinero fijo y también doble.

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