Thurau se afianza en el liderato

Thurau demostró ayer una vez más ser el hombre más regular del Tour. Venció en el segundo sector de la quinta etapa, disputado contra reloj y obtuvo una diferencia de casi un minuto sobre Merckx, segundo clasificado, el único que le resiste. En el primer sector venció al sprint Esclassan. Galdós, Aja y Andiano, como era de esperar, han perdido varios minutos en la general.La edición de este año del Tour, con más de cien kilómetros contra reloj, estaba especialmente preparado para Máertens o Moser. Ante las ausencias de estos dos ciclistas, Thurau, con una gran preparación, es el...

Thurau demostró ayer una vez más ser el hombre más regular del Tour. Venció en el segundo sector de la quinta etapa, disputado contra reloj y obtuvo una diferencia de casi un minuto sobre Merckx, segundo clasificado, el único que le resiste. En el primer sector venció al sprint Esclassan. Galdós, Aja y Andiano, como era de esperar, han perdido varios minutos en la general.La edición de este año del Tour, con más de cien kilómetros contra reloj, estaba especialmente preparado para Máertens o Moser. Ante las ausencias de estos dos ciclistas, Thurau, con una gran preparación, es el hombre que más se está viendo favorecido por el trazado. Con un desarrollo de 55-12, lo movió mejor que el de Merckx, 53-13, y tras entrar en el pelotón en el primer sector, atacó fuerte en la contra reloj para ver así aumentadas las diferencias con el resto de sus rivales. En este segundo sector, Ocaña fue el mejor español, pero a más de un minuto y medio del alemán en los 30,2 kilómetros de que constaba el recorrido.

En el primer sector, de 138,5 kilómetros entre Morcerix y Burdeos, Esclassan, un ciclista modesto pero que viste el maillot verde de la regularidad, venció en el sprint final a Karstens, Sercu y Van Linden. La etapa no tuvo más animación que los intentos de escapada de Teirlinck, Villemiane y Berland poco después de tomar la salida. Los cambios de ritmo a que se vio obligado el pelotón para neutralizar las escapadas decidieron el abandono de Esparza, enfermo de gastroenteritis desde la etapa de los Pirineos, donde los primeros síntomas de su enfermedad le rezagaron a los últimos lugares y a escalar en solitario.