LOS ANUNCIOS

No ha sido un domingo de agobio publicitario. Los 28 anuncios del pasado domingo suelen ser el doble e incluso el triple, según la temporada y los programas que arrastran más audiencia. El viernes 1 de julio, por ejemplo, entre las diez y las diez y cuarto de la noche, el Tour de Francia de por medio, se emitieron dieciséis anuncios. El telespectador y lector puede deducir, entre otras, estas consecuencias: casi la mitad de los anuncios utilizan a los niños corno intermediarios o como destinatarios del mensaje de consumo. Algo más de una cuarta parte son bebidas, dos de ellas alcohólicas, ...

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No ha sido un domingo de agobio publicitario. Los 28 anuncios del pasado domingo suelen ser el doble e incluso el triple, según la temporada y los programas que arrastran más audiencia. El viernes 1 de julio, por ejemplo, entre las diez y las diez y cuarto de la noche, el Tour de Francia de por medio, se emitieron dieciséis anuncios. El telespectador y lector puede deducir, entre otras, estas consecuencias: casi la mitad de los anuncios utilizan a los niños corno intermediarios o como destinatarios del mensaje de consumo. Algo más de una cuarta parte son bebidas, dos de ellas alcohólicas, spots vetados por otras televisiones europeas; la totalidad de los productos destinados a los niños son juguetes o dulces; en algún caso, el niño es un simple reclamo, corno el colchón Flex. El caso más llamativo lo protagoniza « 625 líneas» con «el anuncio de la semana », una especie de acertijo y concurso (en este domingo, ¿cuántos cuartos de baño aparecen en el spot?) bajo el atractivo de una recompensa económica o premio.

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