Responsables provinciales de Alianza Popular, contra los líderes de la coalición
El descalabro electoral de Alianza Popular (AP) ha repercutido, entre los responsables provinciales de la coalición, algunos de los cuales cuestionan la propia eficacia y viabilidad política de los siete líderes nacionales y han formulado serias críticas a la campaña electoral de AP.
Durante una reunión celebrada en Madrid, y de la que no se ha conocido si se celebró conjuntamente entre los líderes de AP y representantes de diversas provincias, o bien integrada sólo por éstos, se manejaron varias propuestas de cara al futuro que proceden de los sectores más derechistas de la coalición, ...
Regístrate gratis para seguir leyendo
Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
El descalabro electoral de Alianza Popular (AP) ha repercutido, entre los responsables provinciales de la coalición, algunos de los cuales cuestionan la propia eficacia y viabilidad política de los siete líderes nacionales y han formulado serias críticas a la campaña electoral de AP.
Durante una reunión celebrada en Madrid, y de la que no se ha conocido si se celebró conjuntamente entre los líderes de AP y representantes de diversas provincias, o bien integrada sólo por éstos, se manejaron varias propuestas de cara al futuro que proceden de los sectores más derechistas de la coalición, toda vez que se encaminan a su consolidación y perfeccionamiento para el futuro. Así, mientras un sector de AP propugna abiertamente la disolución del grupo, a la vista de los resultados conseguidos, estas propuestas de los representantes provinciales pretenden, entre otras cosas, acercarse a los órganos de información, reforzando en lo posible la presencia de hombres de AP en periódicos y revistas, para que comience a crearse una imagen más favorable hacia AP.En la misma reunión se formularon críticas a la actuación de los líderes y se planteó la posibilidad de sustituirlos por personas de mayor atractivo político.
Por fin, se plantearon dos observaciones a la campaña electoral: algunos delos asistentes insinuaron que unas cuarenta personas de entre los responsables de AP, a distintos niveles, habrían mantenido un comportamiento poco claro y más favorable a los intereses de la Unión de Centro que de la propia AP. Por fin, se formularon duras críticas a la actuación de los servicios de orden de AP durante la gira de sus líderes por las distintas provincias. La contundencia con que se emplearon en numerosas ocasiones se juzgó innecesaria y contraproducente.
La tensión lógica en el seno de AP, tras los resultados electorales, parece centrarse cada día con mayor precisión hacia tres posibilidades: mantener por un tiempo la actual estructura y capear el temporal de la mejor manera posible-, disolver la coalición de manera inmediata y poner los escaños a disposición de la UCD, sin condíciones previas -esta propuesta tiene partidarios en el sector más avanzado del grupo que aglutina Manuel Fraga-, o, la tercera, de signo más conservador, que podría subdividirse en un intento de mantener todo lo actual, pero con profunda renovación, o bien desgajar los sectores más conservadores de AP y configurar una formación decididamente volcada hacia la derecha autoritaria que heredaría los sectores más recalcitrantes de la línea mantenida por AP.
En cualquier caso, el posible acuerdo con la UCD se juzga inviable, al menos para formularse públicamente, y personalidades del Centro han manifestado, ya su oposición a tal posibilidad por en tender que introduciría un notable factor de desprestigio para la for mación triunfadora y un nuevo factor de inestabilidad a los varios que se están planteando estos días. en el seno de UCD.
Por otra parte, y según informa Europa Press, Juan Luis de la Vallina, diputado electo de AP por Asturias, ha desmentido su posible ofrecimiento a la Unión de Centro Democrático.
En otro orden de cosas, AP, a través de una declaración de su secretario general, señor Fraga, se muestra conforme con la propuesta hecha por otros partidos para crear un comité técnico que vele por el control democrático de RTVE hasta que las nuevas Cortes se pronuncien sobre el tema. AP ha formulado algunas precisiones a las propuestas anteriores.