Perico Fernández, al asalto de Muangsurin

Perico Fernández intentará -con televisión en directo, finalmente- recuperar el título mundial de los superligeros, versión consejo mundial, WBC, que perdiera hace dos años ante el mismo rival que hoy tendrá enfrente: el tailandés Muangsurin. La carrera de Perico ha sido hasta el momento un reguero de escándalos y excentricidades, quizá el primer ejemplo del desprestigiado boxeo profesional en el caso español, pero eso no impide que haya que considerarle como un púgil de gran envergadura. Dada la indiscutible fortaleza de su rival será un combate sin pronóstico.Perico Fernández tiene todo lo q...

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Perico Fernández intentará -con televisión en directo, finalmente- recuperar el título mundial de los superligeros, versión consejo mundial, WBC, que perdiera hace dos años ante el mismo rival que hoy tendrá enfrente: el tailandés Muangsurin. La carrera de Perico ha sido hasta el momento un reguero de escándalos y excentricidades, quizá el primer ejemplo del desprestigiado boxeo profesional en el caso español, pero eso no impide que haya que considerarle como un púgil de gran envergadura. Dada la indiscutible fortaleza de su rival será un combate sin pronóstico.Perico Fernández tiene todo lo que hace falta para ser una figura singular en el ya de por sí extraño mundo del boxeo. Hospiciano, infantil en sus declaraciones, es, fuera del ring, una figura popular y con atractivo. Dentro, resulta ser un púgil de técnica heterodoxa, pero de valiosísima intuición y excepcional pegada. Pronto hubo quien vio en él una mina de oro, y a los veintiún años, tras una meteórica ascensión, llegaba a ser campeón del mundo, amparado en parte por sus excelentes condiciones y la buena dirección de que gozó, y en parte también por el bajo nivel de calidad del boxeo actual.

Hace dos saños acudió a Bangkok para defender su título mundial ante un desconocido tailandés Muangsurin, que tras haberse constituido en un campeón-imbatible de la lucha nacional de su país -poco similar al boxeo, pues está autorizado el empleo de los pies- pretendía ser lanzado al mundo del boxeo. La de Muangsurin contra Perico iba a ser la tercera pelea de boxeo profesional de su vida, y las circunstancias actuales que rodean a este deporte permitieron que accediese a ella como aspirante al título mundial. Perico, tras ocho asaltos de «toma y daca», agotado por el calor y por la fuerte naturaleza encajadora del thailandés, abandonó.

Aquel abandono le supuso a Perico la suspensión de seis meses, y que se tradujo a la postre en un retraso de aproximadamente año y medio en su carrera. No fue la única resaca que le dejó aquel combate: las cuentas del dinero que tenía que recibir nunca le quedaron claras, y el tema dio lugar a un escándalo que duró meses y que terminó con su definitivo divorcio del mánager que había tenido desde sus inicios: Martín Miranda.

A Perico le costó bastante salir del pozo en que se había hundido, tanto más por cuanto que su segunda pelea tras la sanción constituyó un nuevo escándalo. El combate, con Dum Dum Pacheco como rival, fue suspendido por el árbitro poco antes del final por falta de agresividad de ambos púgiles, que fueron considerados sospechosos de acuerdo. A Perico le cayó una nueva sanción.

Pese a todo, sus excelentes condiciones para el boxeo le han hecho salir de nuevo a flote. Recuperó su título de Europa y está ahora de nuevo en puertas del mundial, ocasión ésta que le ofrece el promotor-ganadero Martín Berrocal, hada madrina de los boxeadores españoles. Perico, casado desde hace año y medio y padre de un niño, presenta ahora una imagen ligeramente más formal que la de sus comienzos.

Enfrente, San Saek Muangsurin, «la sombra del diablo», un hombre sobradamente conocido en España por sus dos combates con Velázquez. Es un púgil de fortaleza excepcional y un gran encajador. Eso hace que incluso Perico le tenga un respeto tremendo. A Muangsurin, simpático y confiado, la opinión general le concede el pronostico, si bien no hay nadie que no considere a Perico capaz de las mayores genialidades.

La velada tendrá lugar en el Palacio de los Deportes y se comenzará a disputar a partir de las 10.30. El combate por el título del mundo, a quince asaltos, cerrará el programa. En el semifondo -penúltima- Alfredo Evangelista se enfrenta al campeón de Francia de los pesados, Poncelet. Es la primera pelea de Evangelista tras su dignísimo enfrentamiento con Clay, y no cabe duda de que su reaparición ante el público de Madrid ha de ser otro gran atractivo. El primer combate de la noche enfrentará a Juan Francisco Rodríguez -una gran figura de la selección amateur española durante años y que ahora lucha por hacefse un puesto en el campo profesional- con el francés Trioulaire, ex campeón de Europa. El segundo combate lo librarán Dum Dum Pacheco y el italiano Toselló, que ha servido de sparring a Perico durante las últimas semanas. Los precios para la velada oscilan entre las trescientas y las 6.000 pesetas, y los combates de Evangelista y Perico serán televisados en directo.

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