La natación femenina española, en auge

La natación española femenina ha tenido este año unos comienzos verdaderamente prometedores. Un segundo lugar en la Copa Latina y nueve nuevos records nacionales establecidos en piscina de cincuenta metros en lo que va de año, da lugar a pensar que puede llegar a rebasar sus propios límites fijados en una constante superación de sus propios records para así acercarse cada día un poco más a la élite de la natación europea y mundial.

En los dos últimos años, la natación en España anduvo pareja en las categorías masculina y femenina. Si hace dos, los nadadores nacionales batieron once reco...

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La natación española femenina ha tenido este año unos comienzos verdaderamente prometedores. Un segundo lugar en la Copa Latina y nueve nuevos records nacionales establecidos en piscina de cincuenta metros en lo que va de año, da lugar a pensar que puede llegar a rebasar sus propios límites fijados en una constante superación de sus propios records para así acercarse cada día un poco más a la élite de la natación europea y mundial.

En los dos últimos años, la natación en España anduvo pareja en las categorías masculina y femenina. Si hace dos, los nadadores nacionales batieron once records, las nadadoras lograron otro tanto, y si el pasado año ellos lograron rebajar nueve, ellas rebajaron en su categoría, el mismo número. Pero en estos tres meses que llevamos de año las chicas se han lanzado a una constante superación y han doblado en eficacia a los chicos; ocho records femeninos contra cuatro masculinos. El auge, pues, de la natación femenina en España es un hecho. Aún se está muy lejos de lograr marcas de relieve internacional pero ya el récord más antiguo data de 1972 cuando Mari Nieves Panadell hiciera 2.46.2 en doscientos braza. Las metas son ahora rebajar, junto con esta marca, las de Antoñita Real en ochocientos libre, Montserrat Majó en cien mariposa y Margarita Armengol en cuatrocientos estilos individual, que son los records nacionales más viejos de la natación española. Por fortuna su vetustez es de dos años.De todas maneras se seguirá aún muy lejos del nivel de la República Democrática Alemana, que es el de Europa y el del mundo, Los doce records mundiales de sus nadadoras -cuatro, de ellos pertenecen a Kornelia Ender- han conseguido la hegemonía, mundial de la natación femenina para este país. Sólo Australia en 1.500 libre, la URSS en doscientos braza y Estados Unidos en 4 X 100 libre impiden que cope por completo el palmarés de records mundiales.

España tiene en Natalia Más y Margarita Armengol las nadadoras con más records nacionales, tres cada una de ellas. La primera de ellas es sin duda la que está demostrando estar más en forma. Recientemente ha sido la española de todos los tiempos que más rápido ha nadado y ha rebajado los records de cien, doscientos y cuatrocientos libres. Margarita, tarribién ha demostrado que está en plenitud de condiciones con los records de cien brazas y doscientos estilos individual.

Escalas, buen comienzo

Rafael Escalas ha sido el único nadador junto con Bonet que a nivel individual ha logrado rebajar algún récord nacional de la categoría masculina. En el transcurso de la Copa Latina hizo desaparecer las marcas de Bas en la tabla de records y ha hecho figurar las que logró en Roma.A nivel general; la natación masculina española también está muy lejos de ocupar un lugar entre los grandes, no ya sólo mundiales, sino europeos. Avanza pero despacio, y aún en el ranking de records, quien más veces figura es Santiago Esteva en las pruebas de cien libre, cien y doscienlos espalda y doscientos estilos individual. El, quizá, rnejor nadador español de toda la historia ha dejado un récord muy viejo; los 58.9 que obtuvo en cien espalda hace siete años son un desafío para la natación española.

De todas maneras hay cuatro marcas que datan de 1975 y que deben rebajarse como muestra del progreso de los nadadores españoles. Dos de ellas además pertenecen al recién retirado Esteva.

Ultimamente la natación masculina parece que está en un segundo plano en relación con la femenina. En teoría ésta co menzó más tarde y por tanto aún está lejos del techo máximo que puede llegar a alcanzar. Más esto no es así, porque si hace dos años se lograron rebajar nueve records mundiales y siete europeos en la categoría femenina, ocho fueron los alcanzados por los nadadores europeos y mundiales. Y el pasa do año, año olímpico, trece rre cords mundiales masculinos quedaron pulverizados contra catorce femeninos, mientras que fueron catorce los rebajados en Europa en ambas categorías.

La natación masculina española tiene aún mucho que realizar, al igual que los nadadores de Europa y, el mundo entero, ya que si los primeros aún no han logrado rebajar las marcas del extraordinario alemán Matthes, los segundos aún no han logrado desterrar los 54.27 en cien mariposa que Mark Spitz lograra en los Juegos Olímpicos de Munich. Montreal significó el espectacular avance de la natación hasta metas insospechadas, pero ahí quedó aún esa marca, establecida hace cuatro años y que aún nadie ha sido capaz de vencer.

Al igual que la República Democrática Alemana en la categoría femenina, en la masculina es Estados Unidos quien domina el panorama mundial; sólo Suráfrica, Australia e Inglaterra tienen un nadador con una marca que sea récord mundial, en cien libres, ochocientos libres y doscientos braza respectivamente. En Europa es sin embargo la URSS quien tiene más records, un total de seis, seguida de la República Democrática Alernana, Gran Bretaña, la República Federal Alemana y Hungría. En Europa el dominio está más repartido pero aún lejos de España. Aquí se tendrá que seguir luchando contra sí mismo para luego intentar arrebatar marcas a otros países.

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