Reforma sin inmovilismo ni ruptura

«Alianza Popular opta por la vía de la reforma, rechazando tanto el inmovilismo como la ruptura. Propugna una permanente transformación de las estructuras sociales, basadas en el consenso mayoritario, Desea una sociedad libre, justa y plural, realizada por todos y servida por la autoridad de un Estado que garantice los derechos de sus ciudadanos. Declara que la libertad y la dignidad del hombre son valores irrenunciables», se afirma en el programa de Alianza Popular que se hizo público ayer en la sede de la agrupación, con asistencia de sus dirigentes.

Alianza Popular entregó a los info...

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«Alianza Popular opta por la vía de la reforma, rechazando tanto el inmovilismo como la ruptura. Propugna una permanente transformación de las estructuras sociales, basadas en el consenso mayoritario, Desea una sociedad libre, justa y plural, realizada por todos y servida por la autoridad de un Estado que garantice los derechos de sus ciudadanos. Declara que la libertad y la dignidad del hombre son valores irrenunciables», se afirma en el programa de Alianza Popular que se hizo público ayer en la sede de la agrupación, con asistencia de sus dirigentes.

Alianza Popular entregó a los informadores un manifiesto redactado en los siguientes términos:«1. Condenamos los actos de violencia que anárquicamente han sido cometidos por grupos o personas que pretenden tomarse la justicia por su mano o provocar la quiebra del orden público e institucional, a la par que apoyamos a las fuerzas del orden que, a diario, defienden la paz de los españoles.

2. Consideramos que el ordenamiento jurídico debe ser modificado cuando no se adapte a la realidad, a la vez que es imperativo primordial de todos los órganos del Estado aplicar las leyes vigentes y no tolerar situaciones de ilegalidad.

3. La necesaria reforma política no puede ser una excusa para el desorden. Al contrario, el desorden favorece los extremismos y obstaculiza la evolución. El proceso de cambio debe ser dirigido desde la convivencia pacífica y desde el prudente y firme ejercicio de la autoridad.

4. La política exige negociación y compromiso, pero no son aceptables las concesiones sin contrapartida, ni los pactos con quienes no van a cumplirlos. Tales expedientes permiten ganar algún tiempo, pero van dificultando progresivamente la auténtica solución del problema de fondo e hipotecan el futuro.

5. Nos encontramos ante una subversión planificada, que preferentemente utiliza la lucha ideológica y la guerrilla urbana. Ante este desafío, el Estado no puede desarmarse, sino reforzar los instrumentos adecuados. Nadie logrará defenderse si previamente ha desmontado los medios para hacerlo.

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6. Propugnamos una solución civil a la difícil situación creada. Para ello, no se debe propiciar la división sino el robustecimiento de fuerzas políticas capaces de fundar una autoridad suficiente. Debe evitarse cuanto atente contra la unidad, la dignidad y el prestigio de las Fuerzas Armadas.

7. La subversión desencadenada en nuestro país debe ser también considerada dentro del conflictivo contexto internacional. Por ello, además de los tratamientos locales e internos, requiere un enfoque global y una política exterior adecuada.

8. La determinación de las autonomías regionales es una cuestión de la máxima importancia, que ha de ser resuelta por las Cortes desde una perspectiva nacional. La improvisación y el planteamiento fragmentado del problema compromete la justicia y la unidad nacional.

9. Para afrontar con eficacia la compleja situación actual, recabamos la pronta convocatoria de elecciones a Cortes, según un sistema que propicie la formación de pocas y fuertes alternativas políticas, a fin de que la nueva Cámara no esté abocada a la ingobernabilidad a causa de su atomización. La normativa electoral deberá ser consultada con los partidos legalmente existentes.»

Durante la rueda de prensa el secretario general de Alianza, señor Fraga afirmó que no tendrían inconveniente en formar parte de un Gobierno de coalición, pero sin fuerzas marxistas ni revolucionarias.

Los puntos básicos del programa de Alianza Popular podrían resumirse así:

Reforma política

Defensa de los derechos humanos, libertades democráticas y derechos públicos. Estado fuerte con Gobierno sujeto a fiscalización parlamentaria. Autonomía institucional para las regiones, sin menoscabo de la unidad. Se reivindica Gibraltar y se considera a Ceuta y Melilla parte inseparable de España. Se propugna la racionalización de la Administración Pública. Se aboga por la creación de la figura del defensor del pueblo. Y por fin, se garantiza la libertad religiosa, con especial consideración a la Iglesia católica.

Reforma social

Entre las reformas sociales que propugna el programa están: reducción progresiva de las desigualdades. Sindicalismo libre, independiente y democrático. Reconocimiento del derecho de huelga y reforma de la actual estructura de la empresa. Prioridad a la política de empleo con revisión del seguro de paro y legislación que evite fraudes en este terreno. Seguridad Social financiada preferentemente por el Estado. Enseñanza preescolar y EGB obligatoria y gratuita, con dignificación del profesorado.Freno a la especulación del suelo y facilidades para adquirir viviendas familiares. Niveles dignos para la población rural. Incrementar la ayuda a la familia, reconocer el trabajo de la mujer en el hogar y eliminar discriminaciones. Posibilidad de adelantar la mayoría de edad.

Reforma económica

Modelo de economía social demercado. Libre iniciativa y particípación equilibrada del sector público. Intervención de todos los sectores a través de una planificación democrática. Reforma fiscal. Elevar las rentas agrícolas y suprimir el desequilibrio existente.

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