Thomas de Carranza, destituido como presidente de ANEPA

El presidente de ANEPA, Enrique Thomas de Carranza, fue cesado ayer en su cargo por doce de los dieciocho componentes de la junta nacional de dicha asociación. Se hallaban presentes nueve de ellos y otros tres habían otorgado su representación a los asistentes. A dicha solución se llegó tras un debate sobre la licitud o ilicitud de la junta nacional, y tras la decisión antedicha se propuso la convocatoria de una asamblea nacional de ANEPA para el día 24 de este mes.

El vicepresidente, José Ramón Alonso, indicó después que «desde este momento tenemos que proclamar nuestro deseo de que AN...

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El presidente de ANEPA, Enrique Thomas de Carranza, fue cesado ayer en su cargo por doce de los dieciocho componentes de la junta nacional de dicha asociación. Se hallaban presentes nueve de ellos y otros tres habían otorgado su representación a los asistentes. A dicha solución se llegó tras un debate sobre la licitud o ilicitud de la junta nacional, y tras la decisión antedicha se propuso la convocatoria de una asamblea nacional de ANEPA para el día 24 de este mes.

El vicepresidente, José Ramón Alonso, indicó después que «desde este momento tenemos que proclamar nuestro deseo de que ANEPA se convierta en un partido democrático y de corte europeo». Asimismo se acordó invitar a la asamblea del día 24 a las organizaciones provinciales de la asociación que habían anunciado ya su disolución, y el señor Pérez Alhama propuso la presentación de unos nuevos estatutos.La junta empezó con la discusión sobre la legalidad o no de la constitución de la misma, llegando a la conclusión de que efectivamente había sido constituida legalmente. Entre los documentos examinados figura un escrito del señor Thomas de Carranza al gobernador civil de Madrid, en el que pedía que esta reunión se considerase ilegal y clandestina por considerar que la convocatoria de la misma se había hecho usurpando las funciones del presidente. El gobernador civil contestó que una reunión de una asociación legalmente constituida se considera como reunión privada y debe regirse por los estatutos de la asociación, por lo que la autoridad gubernativa no tiene competencia para impedirla, y en todo caso correspondería a la autoridad judicial tal competencia.

Una vez declarada por los reunidos la licitud de la junta, el señor Alonso, vicepresidente segundo, aclaró su situación -ante la alegación hecha en su día por el señor Thomas de Carranza de que José Ramón Alonso pertenecía a Unión del Pueblo Español-, explicando que había participado en la creación de esta última cuando ANEPA era una asociación marcadamente cultural; después se dio de baja en aquélla. Además, el señor Pérez Alhama aclaró que en las anteriores reuniones de ANEPA el señor Thomas de Carranza no había tenido inconveniente alguno en que aquél actuara como miembro de esta asociación.

Por otra parte, José Ramón Alonso dijo que ANEPA resultó incorporada a Alianza Popular sin la aprobación colectiva de los órganos rectores y casi sin su conocimiento, y añadió que gran parte de las tristes peripecias sufridas en la asociación tenían su origen en este hecho.

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