La tregua de Navidad, única victoria social de los futbolistas

La única victoria social conseguida por los jugadores de fútbol fue la lograda hace cinco años con Calleja y Zoco a la cabeza de los «revolucionarios». Desde entonces, la Navididad señala una tregua en el campeonato de Liga, lo que permite a los profesionales del balompié celebrar junto a los suyos fechas entrañables. Los jugadores que todavía tienen muchas cuestiones sociales pendientes deberían ver el ejemplo como una muestra de lo que puede ser una batalla planteada con todas sus baterías en orden. Lo de aquella vez se logró sin necesidad de recurrir a todo su potencial. Por aquello de que ...

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La única victoria social conseguida por los jugadores de fútbol fue la lograda hace cinco años con Calleja y Zoco a la cabeza de los «revolucionarios». Desde entonces, la Navididad señala una tregua en el campeonato de Liga, lo que permite a los profesionales del balompié celebrar junto a los suyos fechas entrañables. Los jugadores que todavía tienen muchas cuestiones sociales pendientes deberían ver el ejemplo como una muestra de lo que puede ser una batalla planteada con todas sus baterías en orden. Lo de aquella vez se logró sin necesidad de recurrir a todo su potencial. Por aquello de que un nuevo año va a abrirse, deberían meditar sobre lo que les queda por hacer. 1977 podría ser, y tienen muchas cosas a su favor, el año que diera paso a una etapa más justa.A los clubs les supo a cuerno quemado el que los jugadores no deseasen pasar la Nochebuena en el tren, y les sentara todavía peor el que reclamen la Seguridad Social, la revisión del derecho de retención, toda esa serie de discriminaciones que padecen a causa de su permanente temor a los dirigentes deportivos. Desgraciadamente, los futbolistas también tienen en su contra a algunos informadores que entienden que con los millones que ganan todo está justificado. Los derechos humanos no tienen por qué entremezclarse con las remuneraciones, y mucho menos si se piensa que en realidad sólo una parte obtiene de la práctica futbolística una seguridad para el futuro. Ahí están los múltiples casos de jugadores con lesiones que les inhabilitan para trabajos normales y como única compensación reciben una limosna de la Mutualidad y un partido homenaje cuyos beneficios no alcanzan a cubrir sesiones de rehabilitación o largas medicaciones.

1976 ha sido en muchos, aspectos una frustración más para el deporte español. Concretamente, en el caso de los jugadores de fútbol, los escarceos llevados a cabo para el replanteo de su situación laboral, quedarón en nada. De aquella comisión asesorada por el profesor Cabrera Bazán no se ha vuelto a hablar. El caso más sonado de los últimos tiempos, el de los oriundos, finalizó con un reconocimiento federativo hacia las razones del Athletic y la Real, pero de ahí no pasó la cosa.

El club que en parte no toma en cuenta la tregua de Navidad es el Real Madrid, que cada año organiza un torneo de baloncesto. El Madrid, que tuvo hace unas semanas ante sus puertas a don Santiago Carrillo, que también ha debido venir a España como oriundo al igual que Roberto Martínez, ha sido noticia gracias a los del basket en una semana en la que hay casi silencio absoluto. Del Madrid resulta muy difícil olvidarse.

Protagonistas, aunque en otro sentido, han sido los socios y abonados del Atlético, a los que se les exige unas buenas pesetas extras para el partido del próximo domingo, precisamente contra el Real. Los socios atléticos han de pagar por este partido cuarenta duros, y los abonados, que también son socios, han de soltar en taquilla seiscientas pesetas.

La directiva atlética ha presupuestado una pila de millones para este partido, y está dispuesta a ingresarlos en caja a base de quienes a principio de temporada depositan en Barquillo su fe y sus dineros. Para los socios, la cuota suplementaria ha aumentado en un cien por cien respecto al año pasado.

Habitualmente, los clubs elevan los precios con la visita de los grandes, pero no a base fundamentalmente de socios y abonados. Los seguidores rojiblancos están que trinan. Mal ambiente para el equipo cuando necesita apoyo. La directiva no parece con esta medida que esté dispuesta a facilitar las cosas. Sería bonito ganar y batir un récord de taquilla, pero de entrada, la medida es peligrosa. Será tarde de nervios para el palco presidencial del Calderón.

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