Suertes distintas

Pereira y Pirri, o Pirri y Pereira, dos líberos grandes en dos equipos grandes, vivieron en la tarde del domingo suertes distintas. Pereira abandonó su posición en la zaga para intentar el gol en la portería de Superpaco. Le acompañó una buena estrella o el halo de fortuna que dice desprenderse de su collar verde y marcó dos goles, lo justo para empatar el partido a tres tantos. Pereira, que tanto gusta de sumarse a los compañeros de ataque aun a riesgo de permitir huecos peligrosos en su propia retaguardia, vio coronada con éxito su intención de darle media vuelta al partido. Pirri, si...

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Pereira y Pirri, o Pirri y Pereira, dos líberos grandes en dos equipos grandes, vivieron en la tarde del domingo suertes distintas. Pereira abandonó su posición en la zaga para intentar el gol en la portería de Superpaco. Le acompañó una buena estrella o el halo de fortuna que dice desprenderse de su collar verde y marcó dos goles, lo justo para empatar el partido a tres tantos. Pereira, que tanto gusta de sumarse a los compañeros de ataque aun a riesgo de permitir huecos peligrosos en su propia retaguardia, vio coronada con éxito su intención de darle media vuelta al partido. Pirri, sin embargo, tuvo en sus botas la oportunidad de adelantar a su equipo en el marcador de Sarriá. El capitán del Madrid se caracteriza, entre otras cosas, por su seguridad a la hora de lanzar los penalties. Pero «Gato» Fernández intuyó la trayectoria del esférico. ,El domingo, a su fallo se arrimaron cuatro goles en contra. Pirri, en esta ocasión, no reapareció con tan buen estrella como su colega de color.

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