Giscard continuará en Madrid los contactos hispano-franceses al más alto nivel

Don Juan Carlos y doña Sofía llegaron a las doce menos diez de la noche al aeropuerto de Madrid-Barajas, procedentes de París en un avión Mystere. tras su visita oficial al país vecino.

Francia y España, en lo sucesivo, mantendrán contactos periódicos que «es de suponer se realizarán al más alto nivel», declaró el portavoz del palacio del Eliseo, al final de la visita oficial de los Reyes, don Juan Carlos y doña Sofía a Francia. Este es, posiblemente, el resultado más espectacular de las entrevistas entre el presidente francés y el Rey, durante los dos días y medio de la visita. El pres...

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Don Juan Carlos y doña Sofía llegaron a las doce menos diez de la noche al aeropuerto de Madrid-Barajas, procedentes de París en un avión Mystere. tras su visita oficial al país vecino.

Francia y España, en lo sucesivo, mantendrán contactos periódicos que «es de suponer se realizarán al más alto nivel», declaró el portavoz del palacio del Eliseo, al final de la visita oficial de los Reyes, don Juan Carlos y doña Sofía a Francia. Este es, posiblemente, el resultado más espectacular de las entrevistas entre el presidente francés y el Rey, durante los dos días y medio de la visita. El presidente Giscard d'Estaing ha aceptado una invitación oficial de don Juan Carlos para visitar España, si bien no se ha fijado fecha todavía.Los Reyes salieron de París, hacia Madrid, anoche a las diez, después de haber cenado en el palacio del Eliseo. El presidente francés caracterizó esta visita. «como el nuevo punto de partida de las relaciones franco-españolas». También subrayó la acogida «excelente» de la opinión pública francesa, «como puede comprobarse leyendo la prensa, que se expresó con matices pero de manera constructiva».

La delegación española, de igual manera que la francesa, recalcó la importancia de los contactos periódicos establecidos.

La última entrevista, mano a mano, entre Giscard y el Rey, duró prácticamente tres horas, ya que empezó poco después de las seis de la tarde y se prolongó hasta la cena. Durante este tiempo abordaron los problemas bilaterales y los internacionales, particularmente Europa, el Mediterráneo y las relaciones norte-sur, entre los países industrializados y el tercer mundo. El ambiente de este último contacto, como el de los anteriores, se calificó de excepcionalmente bueno.

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