Gimnasia

Nadia Comaneci, de exhibición en Antibes

Nadia Comaneci, la gran revelación de la gimnasia mundial en Montreal, se encuentra estos días, exactamente desde el pasado miércoles, en Antibes, localidad de la Costa Azul francesa. La joven rumana de catorce años, que maravilló a todos con su calidad y logró tres medallas de oro, amén de conseguir otros tantos «10», máxima puntuación obtenida de siempre en la historia de la gimnasia, hará una exhibición hoy y mañana dentro de su programa europeo. A primeros de noviembre irá a Salónica, Grecia; seguirá a mediados con Hamburgo, RFA y terminará volando hacia Final de mes a Japón.A España (toda...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Nadia Comaneci, la gran revelación de la gimnasia mundial en Montreal, se encuentra estos días, exactamente desde el pasado miércoles, en Antibes, localidad de la Costa Azul francesa. La joven rumana de catorce años, que maravilló a todos con su calidad y logró tres medallas de oro, amén de conseguir otros tantos «10», máxima puntuación obtenida de siempre en la historia de la gimnasia, hará una exhibición hoy y mañana dentro de su programa europeo. A primeros de noviembre irá a Salónica, Grecia; seguirá a mediados con Hamburgo, RFA y terminará volando hacia Final de mes a Japón.A España (todavía queda la duda) es posible que se acerque en diciembre. Posible sólo, porque su «no» de este mismo mes al Memorial Blume de Barcelona, puede repetirse. La única solución para forzarla sería exigirle más o menos la presencia como han hecho los de Antibes. La Comaneci debería haber actuado en la ciudad gala durante el V Torneo Mundial de los días 6 y 7 de agosto, pero los agasajos de que fue objeto en su país los días posteriores a Montreal lo impidieron. Ahora, en un caso parecido, podría ocurrir lo mismo con España.

Mucho se comentó la no venida a España de la gimnasta rumana, e incluso se escribió que no lo hizo por exigir su federación 350.000 pesetas para material deportivo. Algo que no se dijo, y tiene toda la verosimilitud, es que desde Montreal la Comaneci abandonó bastante los entrenamientos -recordemos su imagen un una playa del Mar Negro, en unas merecidas vacaciones- y su clase no podía ser puesta en entredicho por una falta de puesta a punto. Quizá los días que mediaron entre el Memorial Blume, y la exhibición de Antibes, hayan sido, simplemente, los necesarios para que pueda actuar sin problemas.

Archivado En