Modesto el Lokeren; fuerte el Eintracht Braunchsweig

El Lokeren es un modesto de la Liga belga. Llegó a Primera División hace tres años. En la temporada de su debut fue séptimo; en la pasada, tras una buena campaña, fue cuarto, y eso le dio derecho a participar en la Copa de la UEFA, de la que ha eliminado, en la primera ronda, a un modestísimo rival luxemburgués. El único jugador importante del Lokeren es Lubanski, aquel célebre internacional polaco precursor de los Lato, Deyna y Szarmach. Lubanski es, para muchos, el mejor jugador de la historia de Polonia. Una lesión hizo que allí perdieran la confianza en él y autorizaran su traspaso. Ahora,...

El Lokeren es un modesto de la Liga belga. Llegó a Primera División hace tres años. En la temporada de su debut fue séptimo; en la pasada, tras una buena campaña, fue cuarto, y eso le dio derecho a participar en la Copa de la UEFA, de la que ha eliminado, en la primera ronda, a un modestísimo rival luxemburgués. El único jugador importante del Lokeren es Lubanski, aquel célebre internacional polaco precursor de los Lato, Deyna y Szarmach. Lubanski es, para muchos, el mejor jugador de la historia de Polonia. Una lesión hizo que allí perdieran la confianza en él y autorizaran su traspaso. Ahora, en el Lokeren, ha renacido y de su juego se ha beneficiado mucho el equipo belga. El entrenador es Novak, aquel checo que alcanzara gran fama como lateral izquierdo del Dukla y que jugara muchas veces con la selección de su país. Los mejores hombres con que cuenta, aparte de Lubanski, son el joven mediopunta Mommens, la mejor esperanza del fútbol belga para el futuro, pero que aún es poco más que una esperanza; el centrocampista «tragamillas» Verheyen y el central Schr¡jver. Todo ello muy poco, hay que suponer, para frenar al Barcelona.A quien se le auguran pocas esperanzas de seguir adelante es al Español. Tanto por su mal momento como por la envergadura del rival, el Eintracht Braunchsweig, vicelíder de la Bundesliga, por detrás del Borussia Moenchengladbach. Un equipo fuerte, con él prestigio de todo club importante de Alemania Federal y con individualidades de especial relieve. Por ejemplo, el delantero yugoslavo Popivoda, que estuvo en el Sánchez Pizjuán y fue autor de aquel disparo que se estrelló en el palo; por ejemplo, el delantero centro Frank, que lleva siete goles en nueve jornadas de Liga; o el meta Franke, considerado, a medias con Kargus, el segundo portero alemán por detrás de Maier. El Eintracht Braunchsweig, fuerte, rápido y con un poderoso ataque, es un enemigo de mucha consideración para el Español, que llega a esta eliminatoria en un pésimo momento, con lesiones importantes y falto del tono de juego preciso.