El Getafe dominó en Vitoria

El Getafe ganó en Mendizorroza sin paliativos. Logró una mínima victoria frente al Alavés, ya casi al final del encuentro, cuando dominaba por completo y el balón a punto estuvo varias veces de traspasar la línea defendida por Rodri. Fue el triunfo de la constancia ante la inoperancia del cuadro local.El Alavés, hasta el domingo, no había conocido la derrota en su propio campo esta temporada; pero tampoco la victoria. Jaén, Spórting y Barcelona Atlético habían alcanzado el empate en anteriores encuentros. El Getafe se llevó los dos puntos porque demostró ambición y genio. No se conformó con la...

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El Getafe ganó en Mendizorroza sin paliativos. Logró una mínima victoria frente al Alavés, ya casi al final del encuentro, cuando dominaba por completo y el balón a punto estuvo varias veces de traspasar la línea defendida por Rodri. Fue el triunfo de la constancia ante la inoperancia del cuadro local.El Alavés, hasta el domingo, no había conocido la derrota en su propio campo esta temporada; pero tampoco la victoria. Jaén, Spórting y Barcelona Atlético habían alcanzado el empate en anteriores encuentros. El Getafe se llevó los dos puntos porque demostró ambición y genio. No se conformó con la igualada tras comprobar que el Alavés andaba a la deriva y adelantó sus hábiles peones en busca del KO del equipo alavesista.

Los locales, desde el comienzo, estuvieron desacertados y lentos. Adolecieron de capacidad de reacción, lo que envalentonó al Getafe que, según transcurría el tiempo, se lanzó en busca del gol tras dominar claramente la zona ancha del campo y comprobar la ineptitud futbolística en ese partido de losjugadores rivales. Nárriz tuvo excelentes ocasiones para marcar, merced a la movilidad de Romero y Salazar y al juego sacrificado de González, Alfonso y Zambrano.

El Getafe acabó el partido como los grandes campeones y, tras adquirir ventaja en el marcador, hizo más patente aún su dominio. Fue una gran lección de pundonor y juego. Todo lo contrario que hizo el Alavés que fue al final duramente abroncado.

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