Baloncesto

El Madrid arrolló a Estudiantes en Valladolid

Se espera con impaciencia el partido que habían de disputar los dos representantes madrileños en la división de honor de baloncesto. Los motivos eran variados: por un lado, ver la actual forma de los blancos, y, por otro, observar a los colegiales frente al Madrid después de haber vencido a Juventud y Barcelona.Con los «cinco» iniciales formados por Ramos, Walter, Coughran, Prada y Rullán por el lado madridista, y Pinedo, José Luis y Gonzalo Sagi-Vela, Gregg y Beltrán en los estudiantiles, comenzó el partido con defensa de asignación idéntica en los dos equipos. A los tres minutos los blancos ...

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Se espera con impaciencia el partido que habían de disputar los dos representantes madrileños en la división de honor de baloncesto. Los motivos eran variados: por un lado, ver la actual forma de los blancos, y, por otro, observar a los colegiales frente al Madrid después de haber vencido a Juventud y Barcelona.Con los «cinco» iniciales formados por Ramos, Walter, Coughran, Prada y Rullán por el lado madridista, y Pinedo, José Luis y Gonzalo Sagi-Vela, Gregg y Beltrán en los estudiantiles, comenzó el partido con defensa de asignación idéntica en los dos equipos. A los tres minutos los blancos se fueron a 10-0, que hacían pensar que el color del encuentro había terminado con el saque de honor a cargo de la reina de las fiestas vallisoletanas.

El contragolpe de los del Ramiro no se hizo esperar y a los siete minutos había empate a catorce. Aún tuvieron recursos los de José Ramón Ramos para adelantarse tímidamente un minuto después (18-19). Pero a partir de ahí la máquina madridista empezó a funcionar, sin concesiones para el rival.

Cristóbal y Cabrera cogieron el sitio de Prada y Ramos, mientras en Estudiantes, Mariano García, Soriano y Gil alternaban con los que habían empezado el partido y sólo se mantenía inamovible el poste Ed Gregg.

El marcador fue «in crescendo» a favor de los blancos. Walter y Coughran, aunque no tan acertados en el tiro como otras veces, sus lanzamientos eran suficientes para mantener las diferencias. Cabrera lanzó bién a su equipo en el contraataque y surgió un Rafael Rullán incontenible, prodigioso en defensa y difícil de parar en ataque, donde Gregg se las veía y se las deseaba para sujetar al madridista, que si hubiera habido un trofeo para el mejor jugador del torneo, seguro que a estas horas ocupaba un sitio en su vitrina particular. Con este vendaval blanco el tanteo en el descanso no podía ser otro que el 61-41 que señalaba el marcador.

Por si la ventaja de los de Sáinz no era suficiente, en la segunda parte se encontraron con una concesión más. Gonzalo salió vestido de calle y no tomó parte en el resto del partido al resentirse de una lesión de abductores que tampoco le había permitido rendir como en él es habitual en los primeros veinte minutos. El período final careció de historia; el Madrid, muy superior a su rival, se tomó el partido ya con toda tranquilidad, ora con unos jugadores, oracon otros, y el ritmo no decayó. Tuvieron entrada todos y nadie se acordó de dos ausencias tan importantes como Brabender -lesionado en un tobillo- y Luyk en cama con problemas intestinales-

El partido lo concluyeron Corbalán, Paniagua, Iturriaga, Prada y Romay, un cinco que se puede llamar del futuro y que satisfizo al público. El resultado era lo que menos importaba, los espectadores pedían el punto cien cuando todavía quedaban más de diez minutos de partido y el final se alcanzó con 124-71.

Muy fuerte el Real Madrid con Rullán pletórico de juego y fuerza, secundado por Corbalán (14 puntos en otros tantos minutos en juego) y los demás en la línea habitual a que nos tienen acostumbrados. Bueno y prometedor debut de los dos juniors, cuyo juego enjuiciamos con más amplitud en otro apartado de esta página.

Bien Estudiantes a pesar del resultado. Gregg se vislumbra como un peón muy útil; José Luis. Sagi-Vela parece un chaval, y Pinedo, en plan de gran director de juego. Cuando Gonzalo coja el ritmo, el equipo dará muchos disgustos porque Beltrán es el de siempre, pero mejor; se le nota favorablemente. su estancia en la selección durante el preolímpico de Hamilton. Esto le ha dado confianza, rebote y hasta tiro, aunque éste debe seguir trabajándolo duro.

El Valladolid, tercero

Antes de la final se jugó el partido valedero para los puestos tercero y cuarto. El triunfo favoreció a los locales por 103-98. El encuentro fue muy disputado por dos equipos de parecidas características. Al Valladolid le salvaron sus individualidades y los árbitros -Cossío y Montaña-, que, después de repartir sus desaciertos con unos y otros, en los momentos cruciales del partido -con 95-93 en el marcador optaron por barrer para casa. Los vitorianos de Pepe Laso mostraron más entidad como conjunto, con Ortiz de Pinedo perfecto y Bruce, Segurola y Luquero muy bien. En el Valladolid, Puente y Price sobresalieron del resto.

Valladolid.-Artime (15), Seara (9), Price (32), Beirán,(8), Martín, (14), Puente (25).

Basconia.-Goyo (4), Garayalde, Luquero (16), Ortiz de Pinedo (20), Junguitu (2), Segurola (16), Bruce (25), Cengotita, Querejeta (15).

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