Desconfianza de los huelguistas coruñeses sobre el destino de la caja de resistencia

Distintas fuerzas políticas actuantes en el conflicto de la construcción coruñesa informaron a EL PAIS que sospechan seriamente que se puede estar maniobrando con la huelga para obtener dinero con fines ajenos a ella. El tema ha sido planteado ya en las dos últimas asambleas de La Coruña y ha dado lugar a un cierto clima de desconfianzas políticas entre los sectores que intervien en el conflicto.

Se acusó directamente a la Asociación Democrática da Xuventude y al Sindicato Obreiro Galego de haber puesto en marcha sendos mecanismos de recogida de dinero, sin conocimiento ni autorización...

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Distintas fuerzas políticas actuantes en el conflicto de la construcción coruñesa informaron a EL PAIS que sospechan seriamente que se puede estar maniobrando con la huelga para obtener dinero con fines ajenos a ella. El tema ha sido planteado ya en las dos últimas asambleas de La Coruña y ha dado lugar a un cierto clima de desconfianzas políticas entre los sectores que intervien en el conflicto.

Se acusó directamente a la Asociación Democrática da Xuventude y al Sindicato Obreiro Galego de haber puesto en marcha sendos mecanismos de recogida de dinero, sin conocimiento ni autorización de la asamblea de trabajadores. En opinión de algunos líderes de la construcción, el dinero así recaudado no llega a sus destinatarios ni se sabe realmente cuánto es ni a dónde va a parar.En cuanto a la propuesta de los empresarios, hay que decir que sentó muy mal a los medios obreros. En las asambleas celebradas ayer en Santiago, La Coruña y El Ferrol se ha vuelto a rechazar el aumento lineal de 2.000 pesetas y se decidió pedir a la patronal garantías de cómo va a cumplir la promesa de hacer efectivo el aumento concedido ya en marzo de 3.500 pesetas.

Si estas garantías fuesen otorgadas, resultaría posible pensar en que los huelguistas cambiarían sensiblemente su postura y tratarían de negociar en el día de hoy a partir de nuevas bases. Todo depende, por tanto, de cómo transcurran las conversaciones que hoy deben mantener la comisión deliberadora del conflicto.

Los trabajadores se quejan, por otro lado, de los papeleos que deben abordar para poder reunirse todos los días en el pabellón polideportivo de Riazor. Según informaron a este periódico, antes de empezar las asambleas tienen que contar con los permisos del gobernador, el alcalde y de la comisaría de policía, lo que hace que, algunas veces, tengan que retrasar el comienzo de las asambleas.

En este momento puede calcularse en cerca de 20.000 el número de trabajadores en huelga en toda la provincia. La, Coruña, Ferrol y Santiago son los principales puntos del conflicto, pero el paro se extiende también a Carballo, Ordenes y otras localidades.

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