Difícil acuerdo entre controladores y Ministerio del Aire

Al comenzar el decimoctavo día de huelga de celo, las posturas de los controladores y del Ministerio del Aire continúan inamovibles sin que, por el momento, se vislumbre la solución del conflicto.Hoy, los controladores que estén francos de servicio de Paracuellos y Barajas (Madrid) celebrarán una reunión con autoridades del Ministerio del Aire para buscar un principio de entendimiento, aunque, según informan los propios

controladores, la posibilidad de alcanzar un acuerdo es difícil tras el distanciamiento de posiciones producto en los últimos días de huelga.Mientras tanto, la...

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Al comenzar el decimoctavo día de huelga de celo, las posturas de los controladores y del Ministerio del Aire continúan inamovibles sin que, por el momento, se vislumbre la solución del conflicto.Hoy, los controladores que estén francos de servicio de Paracuellos y Barajas (Madrid) celebrarán una reunión con autoridades del Ministerio del Aire para buscar un principio de entendimiento, aunque, según informan los propios

controladores, la posibilidad de alcanzar un acuerdo es difícil tras el distanciamiento de posiciones producto en los últimos días de huelga.Mientras tanto, la huelga de celo se endurece y las probabilidades de que se acuda a una militarización del cuerpo o a una sustitución militar de los controladores, como la producida en Francia hace unos años, aumenta.

De resultar cierta la información sobre una militarización o similar, los rumores apuntan hacia las objeciones de las compañías internacionales para sobrevolar territorio español.

Ayer, en plena operación retorno, los trastornos ocasionados a los viajeros que pretendían volver a sus puntos de residencia fueron numerosos en casi todos los aeropuertos, En el de Madrid-Barajas la espera de los viajeros fue de unas cinco horas como media. Se suspendieron varios vuelos y algunos otros -como el que salía con dirección a Vigo- fueron desviados a otros aeropuertos.

Los vuelos internacionales también se han visto afectados y en Londres los retrasos ocasionados en los vuelos hacia Palma alcanzaron hasta diecisiete horas de demora.

Información en pág. 32

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