No quedan toros en las ganaderías

No hay toros. Todas o la mayor parte de las ganaderías que componen la Agrupación Nacional de Criadores de Toros de Lidia, tienen agotadas sus camadas. La razón principal es la falta de rentabilidad de la actividad ganadera. Desde hace unos cuatro o cinco años, y por esta causa, los ganaderos han dedicado un importante porcentaje de sus efectivos a criar reses de carne. La camada nacional de bravo, por lo que respecta a las divisas de primera categoría, que era de unos once mil machos, se ha reducido a ocho mil, mientras que el número mínimo de cabezas en que se cifra la demanda actual, para s...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

No hay toros. Todas o la mayor parte de las ganaderías que componen la Agrupación Nacional de Criadores de Toros de Lidia, tienen agotadas sus camadas. La razón principal es la falta de rentabilidad de la actividad ganadera. Desde hace unos cuatro o cinco años, y por esta causa, los ganaderos han dedicado un importante porcentaje de sus efectivos a criar reses de carne. La camada nacional de bravo, por lo que respecta a las divisas de primera categoría, que era de unos once mil machos, se ha reducido a ocho mil, mientras que el número mínimo de cabezas en que se cifra la demanda actual, para su lidia, es de ocho mil quinientas. Aquellas empresas o comisiones de festejos que organizan las ferias septembrinas y no tuvieron la previsión de reservar los toros a principio de temporada, van a tener serias dificultades para poder dar las corridas correspondientes.Novillos sí hay, pero todos cuantos novillos se lidien ahora serán cabezas a restar para las corridas de toros del año próximo. Y lo peor es que en la temporada venidera la escasez irá en aumento, y así, progresivamente, en las sucesivas, si no se soluciona el grave problema de falta de rentabilidad de la ganadería de bravo. Es cierto que las empresas pagan mejor las corridas a partir de la temporada que ahora transcurre, pero las cantidades no son compensatorias más que para una treintena de ganaderos, mientras los restantes, hasta los 269 que componen la agrupación (incluimos aquí los hierros portugueses) tienen aún grandes pérdidas.

Un reflejo de esta crisis se ha producido ya en la plaza de las Ventas, donde se ha cortado la temporada de festejos mayores. Como no quedan toros, a partir del próximo domingo se darán novilladas. Cabe esperar que la empresa aproveche para dar oportunidades a los nuevos valores (que no repita hasta la saciedad a los mismos) y al propio tiempo para traer a Madrid a lo más granado de la novillería. De momento, lo que hay es esto: el próximo domingo alternarán Pedro Giraldo, Antonio Poveda y el debutante Lorenzo Manuel Villalta, de Socuéllamos (Ciudad Real), con novillos de García Romero, de Jerez.

Archivado En