Tercera temporada del Salamanca con los grandes

La que ahora comienza es la tercera temporada del Salamanca en Primera División. Hace dos años se presentó en condición de novato absoluto y con muchos temores de descenso. Ahora es un club que se va consolidando, que ha ensanchado sus bases y que lucha con decoro entre los grandes. Afronta la temporada con cierto optimismo y con un fichaje que ha despertado interés: el de Alves, «el cerebro de los guantes negros».El éxito del Salamanca, el milagro que no cesa, como dicen los aficionados de la ciudad, se debe en gran parte al técnico, José Luís García Traid. Es un entrenador joven, español, qu...

La que ahora comienza es la tercera temporada del Salamanca en Primera División. Hace dos años se presentó en condición de novato absoluto y con muchos temores de descenso. Ahora es un club que se va consolidando, que ha ensanchado sus bases y que lucha con decoro entre los grandes. Afronta la temporada con cierto optimismo y con un fichaje que ha despertado interés: el de Alves, «el cerebro de los guantes negros».El éxito del Salamanca, el milagro que no cesa, como dicen los aficionados de la ciudad, se debe en gran parte al técnico, José Luís García Traid. Es un entrenador joven, español, que llegó al Salamanca hace cuatro años y pico sin apenas experiencia. Entonces, el Salamanca era un club que se encontraba en Tercera División, que en toda su historia no había puesto el pie en la Primera y que tampoco soñaba con ello. Le bastaba con el retorno a Segunda. García Traid llevó al Salamanca a Segunda y, con el mismo impulso, lo presentó en Primera hace dos años y unos meses. Luego, lo ha mantenido contra pronóstico y con decoro, y ha permitido que las aspiraciones del club sean otras. García Traid es un técnico cotizado, profesor de la Escuela de Entrenadores, que ha recibido ofertas de clubs de más campanillas, pero que ha preferido un año y otro permanecer en la ciudad que le proporcionó el éxito. La afición lo agradece, y la presencia de este hombre al frente del club es acaso el mejor elemento de unión entre los socios y el equipo.

Por lo demás, el Salamanca no deja de ser uno de los modestos de Primera. Su presupuesto, sí, va aumentando de año en año, pero aún está lejos de los grandes. Para esta temporada ha programado 106 millones, algo más que otros pero mucho menos que algunos. Es evidente que sólo el trabajo y el acierto pueden conducir al Salamanca a la meta de la permanencia. Francisco Cosme, presidente, no se recató en declarar el día de la presentación del equipo que las aspiraciones del club seguían siendo las mismas: la mera permanencia.

El cerebro de los guantes negros

Robi, traspasado al Atlético por veinticinco millones, era el gran ídolo del Salamanca. Llegó, como García Traid y como el madridista Sánchez Barrios, cuando el equipo estaba en Tercera. Con su trabajo en el centro del campo contribuyó lo suyo al milagro del ascenso, y estaba considerado como el gran pilar. La afición se disgustó en principio por su traspaso, pero parece posible que pronto lo olviden si el fichaje de Alves resulta como los directivos esperan. Alves ha sido bautizado con el apodo de «el cerebro de los guantes negros», que casi parece el título de una novela de Agatha Christie o el de una película de acción, pero es, según los testimonios, un formidable jugador. Viene de Portugal, del Boavista, y era titular en la selección. Es un centrocampista completo, de buena técnica, resistente y clara visión de juego. Además, golea. El año pasado hizo quince goles. Juega siempre con guantes negros; de ahí el apodo. Es el gran parche a una plantilla que en principio se habría resentido mucho por la baja de Robi. La plantilla del Salamanca para esta temporada es como sigue: Porteros: D'Alessandro (argentino), Antonio y Scoane. Defensas: Iglesias, Lanchas, Juanjo, Bustillo (argentino), Rezza (argentino), Balbino y Pedraza. Centrocampistas: Enrique, Pita, Ameljenda (argentino), Lacasa, Alves (portugués) y José Miguel. Delanteros: Alvarez, Galleguillos (chileno), Pérez, Víctor, Juanito y Morón.

Además de Alves son nuevos Seoane, un guardameta que procede del Coruña, donde ha ofrecido buenas actuaciones; Juanito, extremo del Hércules, que antes lo fue del Barcelona y antes aún del Tenerife; Morón, delantero centro del Huelva, y Balbino, un joven central que comenzó a jugar en Alemania, donde trabajaban sus padres como emigrantes, Y que el año pasado formó en la Ponferradina. En conjunto, cabe decir que la plantilla ha mejorado algo. El Salamanca recibió ofertas por traspasar a D'Alessandro, nacionalizado, pero no quiso desprenderse de él, pues le considera pieza esencial. Alves y Rezza, éste en vías de nacionalización, son los dos extranjeros del equipo.