El Club de Roma, por primera vez en Madrid

Con aire profético el grupo de economistas, ecólogos y sociólogos, integrados en el Club de Roma expuso las perspectivas de la humanidad para el año 2000, en la primera reunión que esta asociación científica realiza en Madrid.Para conseguir paliar los problemas de alimentación, cuando la población mundial se haya doblado, habrá que cuadriplicar la producción agrícola, pero esto no será posible según el grado actual de recursos y explotaciones mundiales. Sólo se podrá doblar la producción alimentaria, por lo tanto no va a mejorar la calidad de vida de la humanidad.

Frente a los problemas...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Con aire profético el grupo de economistas, ecólogos y sociólogos, integrados en el Club de Roma expuso las perspectivas de la humanidad para el año 2000, en la primera reunión que esta asociación científica realiza en Madrid.Para conseguir paliar los problemas de alimentación, cuando la población mundial se haya doblado, habrá que cuadriplicar la producción agrícola, pero esto no será posible según el grado actual de recursos y explotaciones mundiales. Sólo se podrá doblar la producción alimentaria, por lo tanto no va a mejorar la calidad de vida de la humanidad.

Frente a los problemas de alimentación, escasez de materias primas y desequilibrios regionales en el mundo, el Club de Roma propone solidaridad y toma de conciencia internacional. Frente a la ineficacia de las relaciones económicas actuales para paliar los problemas del subdesarrollo, el Club de Roma predica «rehabilitar la función política», y demostrar a los hombres que «es capaz de rendirle un servicio».

El Club de Roma se preocupa fundamentalmente por los problemas del futuro, tanto que en algún momento olvida factores elementales de la realidad. Por ejemplo, en el capítulo de los objetivos mundiales contemporáneos, olvida los objetivos de los sindicatos frente a la estrategia y el poder de las multinacionales. Como recordó uno de los participantes en el coloquio, los programas políticos de las campañas electorales que se celebran en Estados Unidos y Alemania, han olvidado incluir los problemas futuros de la población mundial y las medidas para afrontarlos. Quizá el Club de Roma no ha conseguido todavía influir lo suficiente en la mentalidad de los políticos y de los Gobiernos, como propone uno de sus objetivos.

Por primera vez en ocho años de actividad, el Club de Roma se reúne en Madrid porque el espíritu antifascista y democrático que inspira el grupo, ha considerado que «España empieza a despertar», según palabras de su presidente Aurelio Peccei, en la sesión de trabajo que tuvo lugar ayer en el palacio de Exposiciones y Congresos.

Peccei había manifestado, durante los preparativos de la reunión de Madrid, su gran interés en que estuviera presente la oposición, pero en los coloquios de la primera sesión sólo se advirtió la presencia de Izquierda Democrática, representada por Joaquín Ruiz Giménez, y del Partido Democrático Popular, por Pío Cabanillas y Fernando Alvarez de Miranda.

El Club de Roma es una asociación no lucrativa que reúne 100 miembros (humanistas, economistas, científicos, educadores, sociólogos) de más de treinta países. Sus objetivos son profundizar, mediante la investigación, en la naturaleza y dinámica de la problemática mundial y «estimular la acción política necesaria para la conducción de los asuntos mundiales en una dirección más humana y racional».

El tema central de la reunión de Madrid es La humanidad frente a sus alternativas. La sesión de ayer estuvo dedicada a las actividades del Club y contó con la participación de los profesores Alexander King, Aurelio Peccei, Edouard Pestel, Maurice Guernier, y Ervin Laszlo. El Club de Roma ha elaborado, hasta ahora, dos informes: Los límites del crecimiento y La humanidad ante la encrucijada y en la actualidad está finalizando el Proyecto RIO (siglas inglesas de remodelación del orden económico internacional).