Macandro, excesivamente mimado

A Macandro le dirige sus pasos el conocido apoderado Florentino Díaz Flores, y le dirige con tanto mimo que el muchacho, que no tiene mala clase, está aprendiendo a sostener a los inválidos animalitos; en lugar del oficio taurino, parece que está aprendiendo el de enfermero. Por otra parte, es un torerito de arte, muy garboso, posee sentido del temple y es elegante, por eso da pena, no sobran toreros de clase. Macandro sólo toreó a ráfagas; su momento más brillante fue en el tercero: ligó derechazos y remató con un pase de pecho en que se sacó al novillo por el hombro.Luis de Aragua es más tos...

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A Macandro le dirige sus pasos el conocido apoderado Florentino Díaz Flores, y le dirige con tanto mimo que el muchacho, que no tiene mala clase, está aprendiendo a sostener a los inválidos animalitos; en lugar del oficio taurino, parece que está aprendiendo el de enfermero. Por otra parte, es un torerito de arte, muy garboso, posee sentido del temple y es elegante, por eso da pena, no sobran toreros de clase. Macandro sólo toreó a ráfagas; su momento más brillante fue en el tercero: ligó derechazos y remató con un pase de pecho en que se sacó al novillo por el hombro.Luis de Aragua es más tosco que Macandro, pero más valiente; sin embargo, le he visto sin centrarse. A su primero le dio algún que otro derechazo, pero el novillo era de dulce. En el cuarto fue cogido el banderillero. El toro le produjo una herida de tres trayectorias en el muslo izquierdo y fue trasladado al Sanatorio de Toreros.

Ayer, en Colmenar, se lidiaron seis novillos de Joaquín Buendía, para Macandro y Luis de Aragua, mano a mano

Macandro toreó a ráfagas. Muy mal con la espada, vuelta en el primero, dos orejaí en el tercero, oreja en el quinto y plarnas en el último, que mató por cogida de Aragua. Luis de Aragua, derechazos en el primero y cogido en el cuarto. Oreja en los dos. Los toros, muy chicos y flojos, nobles en la muleta, excepto el sexto.

En Colmenar bastan media docena de pañuelos para cortar una oreja y no se dan avisos. Los músicos, muy apaludidos, nos deleitaron con «La Ramona».

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