Prosigue la racha victoriosa del Torrejón

El Torrejón ha proseguido su racha victoriosa también en la promoción. Esta vez sin jugar bien. Buscó lo práctico, que no le marcaran ningún gol, y lo consiguió. Por un lado, la pesadez del campo por una impresionante tormenta caída, y por otro, la veteranía de los jugadores del Torrejón, dejó a los jóvenes del Valladolid sin posibilidades de desarrollar su juego de velocidad, único aspecto en el que podían ser superiores.Con mucha calma se tomó el Torrejón el encuentro. Los cuatro defensas en línea se sobraban para contecer los ataques locales, demasiado inocentes, mientras que el centro del ...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

El Torrejón ha proseguido su racha victoriosa también en la promoción. Esta vez sin jugar bien. Buscó lo práctico, que no le marcaran ningún gol, y lo consiguió. Por un lado, la pesadez del campo por una impresionante tormenta caída, y por otro, la veteranía de los jugadores del Torrejón, dejó a los jóvenes del Valladolid sin posibilidades de desarrollar su juego de velocidad, único aspecto en el que podían ser superiores.Con mucha calma se tomó el Torrejón el encuentro. Los cuatro defensas en línea se sobraban para contecer los ataques locales, demasiado inocentes, mientras que el centro del campo y los hombres punta o bien entretenían el balón o penetraban hacia la puerta contraria, sin demasiada fe.

Valladolid Promesas, 0; Torrejón, 1 (Calvo, m

80).Valladolid Promesas: Valles; Mugueiro, Valentino, Milán; Solete Tomás; Valerio, Escudero (Salas, m. 81), Mato, Pepe, Joa quín. Torrejón: Leal; Orive, Aniano, Arias; Calvo, Salcedo; Denche (Aranda, m. 78), Carmelo (Tinín, m. 85), Vicioso, Monchi, Ruiz. Arbitro: el señor Estrelles. Mal. Ignoró, ciertas jugadas antideportivas. Amonestó a Ruiz.

El gol de la victoria Regó así en un libre indirecto. Calvó picó el balón y Valles no hizo mas que seguir su trayectoria con la mirada. El Valladolid perdió el encuentro, pero eso fue lo de menos. La efiminatoria la tenía perdida de antemano. La diferencia es demasiada entre ambos equipos. Si exageramos un poco, era un equipo de

niños contra uno de abuelos con una misma meta, la Tercera División.

Archivado En