La recopa para el Anderlecht

A favor del ambiente, el Anderlecht consiguió hacer bueno el pronóstico y se anota así su primer triunfo continental. Fue mejor el juego de los ingleses en la primera parte, en la que se adelantaron en el marcador. Pero el Anderlecht consíguió marcar momentos antes y después del descanso y en la segunda mitad jugó tranquilo, con una defensa ordenada y rapidísimos contrataques.Tras un primer tiempo en el hizo el mejor fútbol, el West Ham se vio desbordado en la segunda mitad por la velocidad y el hábil contaataque del Anderlecht, que en sus avances le pillaba al contrapie. Los ingleses mandaron...

A favor del ambiente, el Anderlecht consiguió hacer bueno el pronóstico y se anota así su primer triunfo continental. Fue mejor el juego de los ingleses en la primera parte, en la que se adelantaron en el marcador. Pero el Anderlecht consíguió marcar momentos antes y después del descanso y en la segunda mitad jugó tranquilo, con una defensa ordenada y rapidísimos contrataques.Tras un primer tiempo en el hizo el mejor fútbol, el West Ham se vio desbordado en la segunda mitad por la velocidad y el hábil contaataque del Anderlecht, que en sus avances le pillaba al contrapie. Los ingleses mandaron durante la primera mitad y crearon serios peligros para Ruiter, entre ellos un impresionante disparo al poste. Se llegaba al descanso con ventaja de los ingleses, conseguida por Holland, cuando un estupido fallo de Lamapard facilitó el empate del Anderlecht. Apoco de reanudado el partido, tras el descanso, el equipo belga conseguiría un nuevo gol en una rapidísima jugada. A partir de ese momento, la tónica del partido sería siempre la misma: dominio continuo del West Ham, pero contraataques rápidos y peligrosísimos del Anderlecht, muy bien llevados siempre por Rensenbrick, Van der Elst y Ressel. El juego constante y bien armado del West Ham sólo le serviría para hacer un gol, en tanto que sus veloces contraataques le rentarían al Anderlecht dos.

Al final, victoria justa del equipo belga y fieta por todo lo alto en el estadio Heysel, que había concentrado a casi 63.000 personas con el deseo de presenciar el triunfo del nuevo campeón, que con esta victoria alcanza el primer título europeo de su historia.