El Torrejón hizo el partido del año

El Pegaso, de manera clara, echó una ayudita al Torrejón. Con el resultado que se produjo en Ciudad Pegaso, los locales siguen en situación tranquila, mientras que sus vecinos ya están a salvo del descenso automático. El año que viene de nuevo se volverán a enfrentar y la taquilla será siempre sustanciosa. Para que esto se produjera, el Torrejón jugó y luchó lo indecible, mientras que el Pegaso ni luchó ni jugó, a excepción del último cuarto de hora, cuando ya el partido estaba sentenciado.Bien es verdad que el Torrejón sometió a un férreo marcaje a los hombres clave del Pegaso. Con su centro ...

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El Pegaso, de manera clara, echó una ayudita al Torrejón. Con el resultado que se produjo en Ciudad Pegaso, los locales siguen en situación tranquila, mientras que sus vecinos ya están a salvo del descenso automático. El año que viene de nuevo se volverán a enfrentar y la taquilla será siempre sustanciosa. Para que esto se produjera, el Torrejón jugó y luchó lo indecible, mientras que el Pegaso ni luchó ni jugó, a excepción del último cuarto de hora, cuando ya el partido estaba sentenciado.Bien es verdad que el Torrejón sometió a un férreo marcaje a los hombres clave del Pegaso. Con su centro del campo maniatado, los balones que llegaban a los delanteros arlequinados siempre eran dominados por los defensas del Torrejón. Por el contrario, la defensa local no pudo en ningún momento con la rapidez e inteligencia de los contraataques visitantes. Mientras el Pegaso sólo bombeaba balones, el Torrejón jugaba raso y rápido. Naturalmente, los goles recayeron en el bando que mejor fútbol practicaba.

Cuando faltaba un cuarto de hora para concluir el partido, despertó el Pegaso. Para que esto ocurriera tuvo que recurrir a su amor propio cuando De Diego lanzó mal un penalty, con que castigó el colegiado una zancadilla a Domínguez, a las manos de Leal. Fue entonces cuando surgió la rapidez y profundidad en el ataque local. Romero, fluido y hábil, puso a prueba a Leal.

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