Alcaraz, por un día desde la otra perspectiva: cuando el de enfrente pega más fuerte

El murciano logra reducir al chino Wu (7-6(5) y 6-3, en 1h 40m) y firma su victoria 100 sobre pista dura en dirección a los octavos de Shanghái, ante Monfils o Hubert

Alcaraz, durante el partido contra Wu en la pista de Shanghái.ALEX PLAVEVSKI (EFE)

Decía Carlos Alcaraz el día previo que había oído hablar de las buenas formas de Yibing Wu, que el ranking actual de su adversario (560º) era engañoso y que su triunfo contra el chileno Nicolás Jarry debía servir de advertencia. Y no le faltaba razón. Por un día, el murciano se situó en la otra perspectiva: durante varias fases del duelo, el chino llevó la iniciativa. “Es de las pocas veces que he sentido que no he dominado todo el tiempo y he estado más centrado en lo que iba a hacer él en lugar de en lo que tenía que hacer yo”, se sinceraba después de sortear la dura prueba de este domingo (7-6(5) y 6-3, en 1h 40m) y de alcanzar así los octavos de final de Shanghái, en los que se medirá el martes con un francés, bien sea Gael Monfils —malos recuerdos por lo sucedido este verano en Cincinnati— o Ugo Humbert.

Después de solventar el estreno del sábado con holgura, ante Juncheng Shang, una ronda compleja frente a Wu, en su día un brote verde para el tenis chino y que ahora intenta encontrar el camino de regreso. Una operación en el pie izquierdo le apartó de las pistas y hoy trata de reengancharse al circuito de élite por la vía de los challengers. Invitado esta vez por la organización, superó a Sumit Nagal y luego a Jarry, y exigió en tercera instancia a Alcaraz a un verdadero ejercicio de actitud y de paciencia, de no perder el temple ni dar pasos en falso que después pudiera lamentar, porque la historia del tenis, ya se sabe, está llena de tropezones y días tontos. Sin nada que perder, el asiático se la jugó a cara a cruz, mordiendo en cada pelotazo. Y sucumbió, pero le hizo sudar durante un buen rato al español, que resolvió levantando el 0-2 adverso del desempate y con la rotura del segundo parcial.

¡Siuuuuuu!”, estampó en la cámara, en un guiño a su admirado Cristiano Ronaldo. No es la primera vez. Como el portugués en su día, ya lejos esas cabalgadas, el tenista de El Palmar también posee cohetes en las piernas, pero en esta ocasión su triunfo, el 100º sobre pista dura con solo 21 años, se edificó sobre la mentalidad. Calma, calma y más calma. A esperar el momento y ser certero. “Con el nivel que tiene, se merece estar arriba. Si continúa así, le veremos a menudo por aquí”, prosiguió el vencedor, que se impuso merced a su jerarquía. Firme todo el rato, cerró la puerta a cal y canto, meritorio teniendo en cuenta la agresividad de Wu, este sin opción alguna de rotura, y terminó descerrajando 23 tiros ganadores. El chino firmó solo dos menos.

Wu golpea de derecha.Tingshu Wang (REUTERS)

“No me ha dejado jugar con la agresividad a la que estoy acostumbrado. Pero no me ha sorprendido, sabía que era complicado”, explicó el número dos, que esta temporada ya ha logrado 50 victorias y enlaza 11 —su tope son 15— desde su salida de Nueva York. “Pega con fuerza y no sentía que yo estuviera dominando. De fondo, debo jugar más fuerte; él le ha pegado más duro que yo. Tengo que subir más a la red [lo hizo siete veces, por las 11 de Wu] y hacer más ganadores, pero hoy no he podido hacerlo. En el segundo set me he tranquilizado y he pensado con más claridad. Espero mejorar el próximo día”, agregó el español, que dispondrá de un día de descanso.

Acompaña a su exposición el promedio de velocidad registrado con el servicio. El asiático igualó el pico máximo (216 km/h) y se movió en términos muy similares con primeros (198-199 para él) y segundos (165-161). Llovía con fuerza en el exterior y cayeron palos en la pista principal. En esas, Alcaraz salió airoso con maestría. “Me alegra saber que no jugaré contra otro chino en los octavos de final, así que confío en que haya más gente apoyándome”, cerró entre risas, concentrado en el reto que supone siempre el paso por Shanghái, donde el curso pasado cedió en la tercera escala contra el búlgaro Grigor Dimitrov en su primera y única participación, y donde se le ha negado históricamente la gloria hasta al mismísimo Rafael Nadal.

MEDVEDEV Y LAS PELOTAS: “FAVORECEN A ALCARAZ Y SINNER”

A. C.

Al margen del progreso de Alcaraz, la jornada también deparó el avance de Jannik Sinner, exigido también por Tomás Martín Etcheverry (6-7(3), 6-4 y 6-2). El número uno remontó y también tuvo que hacerlo Daniil Medvedev frente a Matteo Arnaldi (5-7, 6-4 y 6-4). Durante el pulso, el ruso protestó de manera airada contra las pelotas y luego lanzó un dardo.

“Creo que básicamente favorece a la gente que puede beneficiarse de la potencia de las pelotas muertas. Algunos tienen mejor calidad con esto. Otros no. En realidad, los dos mejores jugadores en hacer esto ya son los mejores jugadores del mundo... y estoy seguro de que lo serían sin las pelotas, pero con estas pelotas son los únicos jugadores que pueden generar una potencia increíble. Son Jannik y Carlos. Les da una ventaja adicional”, lamentó el número cinco del mundo.

Por otra parte, en Pekín se proclamó campeona la estadounidense Coco Gauff, quien un día antes se había impuesto a Paula Badosa. En esta ocasión, la norteamericana superó a la checa Karolina Muchova por 6-1 y 6-3.


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