Alcaraz se gana el aplauso de Federer
El murciano rubrica la remontada de Europa ante el Resto del Mundo (13-11) y alcanza un récord de puntos en la exhibición organizada por el mito suizo
Si los torneos y la historia se edifican a partir del poder de la imagen, a buen seguro que Roger Federer puede estar más que contento porque su juguete, esta Laver Cup que poco a poco va adquiriendo perfil, incorporó este domingo otro fotograma de alto contenido simbólico. Ahí reluce la escena de 2017 en la que Rafael Nadal dio un brinco para subirse a lomos del suizo, en perfecta simbiosis, y la deparada cinco años después, en 2022, cuando uno y otro entrelazaron sus manos y rompieron a llorar a dúo en el inevitable adiós del genio e inventor de esta exhibición de etiqueta y festiva que, a falta de recorrido y tradición, del peso de lo auténtico, tira de estética y de flashazos. Lo protagoniza este último Carlos Alcaraz, icono de modernidad y de nuevos tiempos, la bisagra ideal entre una y otra época. Sin Federer, Nadal ni Novak Djokovic sobre la pista, seguramente no hay opción más seductora para el espectador que la del murciano, triunfador en su primera participación.
Cuatro partidos disputados y tres victorias, decisiva la última de ellas. Necesitaba el equipo europeo remontar la desventaja arrastrada de las dos jornadas previas y ahí que irrumpió él, contundente a primera hora del día y resolutivo al final. En consecuencia, el combinado continental se impuso al Resto del Mundo (13-11) y recuperó así el mando, después de que se hubiera inclinado en las dos últimas ediciones. Ahora, Europa domina en el historial por 6-2 y este último éxito lleva la ya prestigiosa rúbrica de Alcaraz. Él (21 años) y el noruego Casper Ruud rindieron a Frances Tiafoe y Ben Shelton en el turno matinal (6-2 y 7-6(6), en 1h 40m), y ya por la noche redondeó en solitario su actuación con los puntos que definitivamente decantaron la victoria; lo hizo frente a Taylor Fritz, vencido por 6-2 y 7-5 (en 1h 30m). Desde la tribuna de históricos, el gran creador, Federer, lo disfrutaba.
“Es el primer jugador que empezó a hacer golpes imposibles y he visto muchas veces sus tiros en los partidos. Todos los niños han intentado imitarle y yo también. Tanto en los partidos como en los entrenamientos intento probar ese tipo de golpes para que la gente se divierta”, concedía el joven de El Palmar, consciente de que probablemente nadie pueda acercarse a la exquisitez, la pureza técnica ni la dimensión artística del suizo, pero al que no le faltan virtuosismo, creatividad ni conejos en la chistera. Porque de trucos e imaginación también sabe un rato.
“Para empezar, diría que es uno de los cinco jugadores más rápidos y ágiles que he visto jamás en una pista. Su talento de mano es exquisito, puede hacer lo que quiera con la bola; tiene una sensibilidad impresionante en su raqueta. Además de eso, la potencia que es capaz de imprimir a sus golpes es alucinante”, destaca el capitán el equipo mundial, John McEnroe, que el próximo año, de Berlín a San Francisco, cederá su puesto en el banquillo a Andre Agassi; “pero lo más auténtico y divertido de él es esa pasión que siente por el tenis y que es capaz de transmitir en la pista. Siempre es capaz de sonreír sin perder la concentración y sabe salir de situaciones complicadas con una gran habilidad. ¡Ojalá hubiera tenido yo eso! Creo que las virtudes de Carlos son únicas, no se ha visto nada igual”.
Su determinación compensó la derrota de Daniil Medvedev ante Ben Shelton a primera hora de la tarde (6-7(6), 7-5 y 10-7), y validó el arrebato posterior de Alexander Zverev contra Frances Tiafoe (6-7(5), 7-5 y 10-5). De haber atinado el este último, su equipo se hubiera llevado el triunfo, pero erró y remató luego el murciano, piropeado por sus compañeros y felicitado por el siempre comedido Björn Borg. Una piña en torno a él, delicioso en la volea de revés, cada vez más inspirado como doblista, solvente los tres días —únicamente cedió ante Fritz y Shelton, en un apurado duelo de la mano de Zverev— y decisivo en el epílogo; autor al final de ocho puntos, registro que hasta ahora no había conseguido ningún jugador en la Laver Cup.
“El equipo mundial tiene un nuevo nombre para ti: te llaman Fed 05. Eso significa que has estado jugando como Roger en 2005 [cuando alzó 11 trofeos]. Esta es ampliamente considerada como la mejor temporada que ha jugado un hombre”, le deslizó la exjugadora Andrea Petkovic a pie de pista. “Estoy muy lejos de ese nivel. Ojalá lo alcance algún día... Pero va a ser imposible. Tienen que cambiar mi nombre porque Fed 05 va a ser para siempre para él”, afirmaba a pie de pista. En cualquier caso, se lleva el sincero aplauso del suizo, de 43 años y retirado desde hace dos. Y tal vez no haya mayor reconocimiento. Después de un verano turbulento, una alegría en la Copa Davis y otro gran título tras los obtenidos en Roland Garros y Wimbledon, amén de la plata olímpica: la bendición en vivo del mito.
“ESTABA NERVIOSO, PERO SOY BUEN ACTOR”
En la línea de estos días, los componentes de ambos equipos atendieron a los periodistas de forma colectiva y predominó el ambiente distendido de las dos jornadas previas. Alcaraz, risueño, valoró lo conseguido y aseguró sentir una sensación especial, teniendo en cuenta que le encantan, remarca, las competiciones por equipos.
Pese a la exigencia final de Fritz, el español selló el triunfo de los suyos sin torcerse, en dos mangas. “No voy a mentir, estaba nervioso”, admitió, “pero soy muy buen actor. No quería mostrarle a Taylor esos nervios y al final he jugado uno de mis mejores partidos este año. Él venía a un nivel increíble, fue finalista del US Open y le ganó a Zverev jugando a un gran nivel”.
En todo caso, el número tres aplacó el intento de reacción en la recta final y ahora, después de otra meritoria actuación, confía en endulzar un poco más la temporada en los dos meses que restan para zanjarla. “Voy a dar lo mejor que tengo dentro. Quiero seguir esta línea de jugar agresivo e intentar acabar el año de la mejor manera posible”, indicó.
Ahora, el murciano afrontará la gira asiática (Pekín y Shanghái), París-Bercy y el doble broche de la Copa de Maestros y las Finales de la Copa Davis. Precisamente, este lunes el capitán español, David Ferrer, anunciará la nómina de convocados para la cita en Málaga, del 19 al 24 de noviembre.