Paula Badosa descubre los felices octavos de Nueva York

La española remonta frente a la correosa Ruse (4-6, 6-1 y 7-6(8), tras 2h 32m) y accede por primera vez a la segunda semana del grande estadounidense

Paula Badosa celebra la victoria contra Ruse en la Louis Armstrong.Geoff Burke (USA TODAY Sports via Reuters Con)

Dedo al cielo, Paula Badosa festeja en el centro de la Louis Armstrong después de un encarnizado pulso con la rumana Elena Gabriela Ruse, resuelto a base de mucha templanza, de mucho corazón y a las bravas: 4-6, 6-1 y 7-6(8), tras 2h 32m. “He hablado con mi entrenador [Pol Toledo] y me ha dicho que solo había una opción, que era la de ser más agresiva e ir a por el punto antes que ella. Así que eso es lo que he hecho. Por momentos, parecía que estuviera jugando contra Simona Halep… Ella ha hecho un partido loco, muy bueno, a un gran nivel. Y de entrada me ha sorprendido”, expone la catalana, mordiéndose el labio y saboreando una cota dulce y desconocida hasta hoy para ella en Nueva York, la de la segunda semana y los octavos del torneo; premio, independientemente de lo que suceda de aquí en adelante, para una jugadora rebelada contra una realidad que parecía haberla acorralado.

Le ha cercado previamente Ruse, que llegaba al cruce con un aviso bajo el brazo, habiendo vencido en la estación previa a la checa Barbora Krejcikova —campeona de Roland Garros y el último Wimbledon— y recordándole también a la española que la única vez que se encontraron, en Dubái hace dos años, Badosa terminó escaldada. No así esta vez, desbaratada una situación terminal, salvando una bola de partido en la segunda manga y haciéndose fuerte en el desempate. Crece la confianza, lo expresa el recorrido veraniego. Son 13 victorias en los 15 últimos partidos, un trofeo que refuerza el ánimo (Washington) y, por encima de todo, la sensación de que una vez controlado el tema de la espalda, más o menos, “a días”, la apuesta táctica y estratégica está funcionando. Así derriba a Ruse, peleona esta de inicio a fin, y así progresa.

“Ha sido un partido de mucha calidad, enhorabuena para ella, tiene calidad para estar más arriba. Ha sido complicado, pero ha salido bien, y el mérito también es de mi entrenador”, matiza la tenista de Begur, que accede por quinta vez a los octavos de un major —previamente en Roland Garros y Wimbledon (3)— y que se topará el domingo con la china Yafan Wang, 80ª de la WTA y vencedora ante Victoria Azarenka (6-4, 3-6 y 6-1). Antes de ello, remontada y cabeza fría ante una adversaria muy engañosa, de buenos golpes y hambrienta, con un ranking muy inferior al demostrado por su juego (122ª) y que procedía de la fase clasificatoria. Ha ido con todo Ruse, pero ha reaccionado a tiempo Badosa, que sigue obteniendo réditos del plan: los primeros golpes, clave en este tenis de hoy día.

Optó por renunciar a los Juegos de París, y la maniobra le ha concedido el vuelo necesario para seguir escalando posiciones. Ya es la 23ª, pero, ambiciosa siempre, quiere mucho más. Va ganando ritmo y continuidad. “He llegado a la segunda semana y obviamente quiero hacerlo aún mejor, pero sí significa mucho poder haberlo hecho tan bien en los cuatro Grand Slams, en diferentes condiciones, superficies; para mí es demostrarme que me puedo adaptar a cualquier situación y condición”, apunta en la sala de conferencias, programada por primer día en la principal, señal de que su tenis va recuperando relieve.

Badosa golpea la pelota.SARAH YENESEL (EFE)

“Sabía que [Ruse] era peligrosa, pero ya he dicho en la pista que pensaba que estaba jugando contra Simona Halep cuando era la número uno; estaba apretándome mucho, sacando bien, restando increíblemente bien y había un momento en el que no veía portería y estaba bastante frustrada”, reconstruye. “Entonces empecé a enfocar un poco más en mí, en mis primeros tiros, mi saque y el resto, y ahí ha cambiado un poco el partido”, prorroga. Avala la estadística su propuesta, con un mayor componente de riesgo pero equilibrada en las cifras: más golpes ganadores que la rival (31-29) y menos errores no forzados (26-41).

Así encuentra la llave y continúa su camino: es la quinta española que llega a los octavos en los cuatro majors tras Arantxa Sánchez Vicario, Conchita Martínez, Carla Suárez y Garbiñe Muguruza. No son mala compañía.

“A ALCARAZ DEBERÍAMOS HACERLE LA OLA CADA DÍA”

A. C. | Nueva York

Preguntada por lo sucedido la noche anterior, Badosa fue contundente. Carlos Alcaraz, remarca, es un tenista excepcional que ha malacostumbrado a los aficionados con su precocidad y la regularidad de sus éxitos, encadenados últimamente: París-Londres-Juegos. Ella lo tiene muy claro.

“He visto las declaraciones, y dicen mucho de él. Al final es una persona muy humilde y muy autocrítica, y se pone mucha presión en él. Lo que ha hecho este verano es tan increíble que al final la cabeza le ha dicho un poco: ‘ya’. Creo que es la saturación que quizá lleva, siendo tan joven”, indica.

“A mí lo que me sorprende es que cuando me he despertado esta mañana, solo leía comentarios negativos porque ha perdido una segunda ronda, pero viene de ganar dos grandes y va a ganar muchos más, ha sido número uno, la medalla de plata… Todo el mundo es humano y todos podemos perder, así que leer eso me sabe mal; sé que es parte del trabajo y que es lo que hay, pero deberíamos hacerle la obra cada día”. 

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