Alcaraz: primera raqueta reventada, perdón público y foco en el US Open
El murciano explica la frustración que lo llevó a romper una raqueta por primera vez en su carrera durante la derrota ante Monfils, se disculpa —“soy humano”— y avisa de que su objetivo es el último grande del curso
A Carlos Alcaraz nunca se le había visto tan frustrado en su corta carrera en la élite. El tenista, de solo 21 años y con cuatro grandes ya conquistados, jamás había reventado una raqueta durante un partido. Pero el viernes, en el encuentro de dieciseisavos del Masters 1000 de Cincinnati contra Gael Monfils —46º en el ranking ATP—, fue incapaz de dominar el torrente de emociones negativas que lo reconcomía y destrozó su Babolat contra el suelo de la pista. Con un break abajo en el tercer set, enrabietado por su juego, las oportunidades de rotura desperdiciadas y el transcurso del...
A Carlos Alcaraz nunca se le había visto tan frustrado en su corta carrera en la élite. El tenista, de solo 21 años y con cuatro grandes ya conquistados, jamás había reventado una raqueta durante un partido. Pero el viernes, en el encuentro de dieciseisavos del Masters 1000 de Cincinnati contra Gael Monfils —46º en el ranking ATP—, fue incapaz de dominar el torrente de emociones negativas que lo reconcomía y destrozó su Babolat contra el suelo de la pista. Con un break abajo en el tercer set, enrabietado por su juego, las oportunidades de rotura desperdiciadas y el transcurso del choque, estampó violentamente cuatro raquetazos contra el cemento de la central, una de las más rápidas del circuito. “Sentía que era el peor partido que jugué nunca en mi carrera. Honestamente, no podía jugar. Sentí varias veces que quería romper la raqueta. No me había pasado nunca porque había podido controlar los sentimientos en esas situaciones. Pero sentía que no estaba jugando a nada, y fue realmente difícil para mí. Llegó un momento en el que quería abandonar la pista, fue muy duro”, se sinceró tras la derrota (4-6, 7-6(5) y 6-4, 2h 30m) en rueda de prensa el número tres del mundo, que explicó ese momento tan incómodo que le costó los abucheos y silbidos del público, además del warning del juez de silla, Adel Nour.
Este sábado, un día después, el tenista murciano elevó la explicación de la rueda de prensa del viernes y se disculpó en sus redes sociales por el gesto. “Pido perdón porque mi actitud de ayer no fue correcta y es algo que no debería hacerse dentro de una pista. Soy humano, tenía acumulación de nervios dentro y a veces es muy complicado controlarse cuando estás con las pulsaciones tan altas. Trabajaré para que no vuelva a repetirse. ¡Hora de pensar en NYC!”, escribió, en referencia al US Open, que se celebrará en Nueva York del 26 de agosto al 8 de septiembre.
El gesto inédito de Alcaraz hasta el viernes nunca lo ha hecho Rafa Nadal, su ídolo, pero sí en ocasiones de frustración máxima los otros dos gigantes del tenis, Roger Federer —sobre todo al inicio de su carrera— y Novak Djokovic. Hace solo dos años, por ejemplo, Nole reventó su raqueta en los cuartos de final de Roland Garros durante el encuentro en el que cayó ante Nadal en cuatro sets.
El murciano lo ha hecho por primera con 21 años en un partido que calificó como el peor de su carrera. Ya había amagado con querer golpear el suelo en otro punto del juego en el que finalmente explotó. El español se mostró muy incómodo desde que el enfrentamiento se reanudó el viernes después de suspenderse por la lluvia el día anterior, cuando había ganado el primer set y perdía 1-3 en el tie break del segundo. Alcaraz estaba jugando muy tenso, nervioso, a merced del ritmo lento que por momentos imponía Monfils y que mezclaba con sus zurriagazos para incomodar al murciano y evitar que este cogiera su cadencia desde el fondo de la pista. Frustrado por las opciones de break malgastadas —dos en el segundo juego del set decisivo, una en el cuarto— y los errores no forzados, el ganador de cuatro grandes no pudo controlar los nervios y reventó.
“¡Intensidad! ¡Intensidad, pero relajado!”, le pedía después Juan Carlos Ferrero. Alcaraz no fue capaz de regresar de su dilema y mantuvo una charla con su entrenador durante el último tramo del encuentro que evidenció su incomodidad y su sensación de impotencia en la pista.
— Has tenido bolas de break en cada juego—, le dijo Ferrero con 4-2 abajo y saque.
— ¿Y cómo las he jugado?—, le respondió Alcaraz.
— Da igual, ahora hay que ir a por la siguiente.
— ¡Es que parece que no quiero ganar el partido!
— Dale la mano, dale la mano—, ironizó el entrenador para ver si el murciano al fin se centraba.
— ¡Parece que no quiero ganar el partido!
Con Alcaraz atrapado en su propia encrucijada, a Monfils le bastó apoyarse en su servicio para estropearle al murciano el debut en Cincinnati e infligirle su segunda derrota consecutiva tras caer el 4 de agosto en la final de los Juegos ante Djokovic.
En cuanto termine el torneo, el resbalón le quitará 590 puntos al número tres del mundo, que el año pasado perdió el título ante Nole en un choque fantástico que rozó las cuatro horas. “Quiero olvidarme de este partido y centrarme en Nueva York. Iremos pronto e intentaré entrenar y adaptarme a las pistas. Me quiero olvidar porque es imposible sacar nada bueno”, avisó el viernes el español. Alcaraz aterrizará en el US Open tras habérsele escapado el oro olímpico, sin rodaje sobre el cemento después de no acudir a Montreal y caer en su estreno en Cincinnati, pero con la conquista ya de dos majors este año —Roland Garros y Wimbledon— y con el objetivo de repetir la victoria con la que maravilló al mundo en 2022, cuando con 19 años alzó su primer Grand Slam y se convirtió en el número uno más joven de la historia del tenis.
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