Alcaraz, del mano a mano con Djokovic a la amenaza triplicada
El español comienza con buen pie en Shanghái (6-2 y 7-5 a Barrère) y afronta el firme envite de Medvedev y Sinner, sus dos últimos verdugos junto con Nole
Carlos Alcaraz cierra satisfecho su debut en el Masters 1000 de Shanghái y se acuerda a la hora de firmar en la cámara de un miembro de la academia de Villena en la que se ejercita que sufrió recientemente un accidente de tráfico: “Madrona, esta victoria va por ti”. El murciano, de 20 años, ha resuelto sin apreturas contra el francés Grégoire Barrère, pero el resultado (6-2 y 7-5, en 1h 41m) es engañoso porque el rival no se ha arrugado. “Él [Barrere] tiene buenos tiros, y creo que todo lo que yo tenía en mente para mej...
Carlos Alcaraz cierra satisfecho su debut en el Masters 1000 de Shanghái y se acuerda a la hora de firmar en la cámara de un miembro de la academia de Villena en la que se ejercita que sufrió recientemente un accidente de tráfico: “Madrona, esta victoria va por ti”. El murciano, de 20 años, ha resuelto sin apreturas contra el francés Grégoire Barrère, pero el resultado (6-2 y 7-5, en 1h 41m) es engañoso porque el rival no se ha arrugado. “Él [Barrere] tiene buenos tiros, y creo que todo lo que yo tenía en mente para mejorar, lo he hecho bastante bien. El primer partido de un torneo nunca es fácil”, recuerda el español, que este curso ha ganado todos y cada uno de los estrenos de los torneos por los que ha pasado. Son 15 en total, y ya 70 los partidos que ha disputado. Cuentan piernas y pulmones a estas alturas, pero tanto o más la frescura de cabeza.
“Visto el nivel y las sensaciones de hoy, me veo con opciones; no sé si para ganar el título, pero sí para lograr un buen resultado aquí. Viniendo de Pekín [donde cedió en las semifinales], creo que lo he hecho bastante bien”, prosigue el de El Palmar, que de aquí a final de año tiene el objetivo de arrebatar el número uno a Novak Djokovic. Entre uno y otro median ahora mismo 2.830 puntos, aunque la renta real del balcánico disminuye a 2.285 porque en breve se le descontarán los 500 puntos que obtuvo el año pasado por el triunfo en Astaná. “Pienso en Novak en cada entrenamiento, no os voy a engañar”, afirmaba Alcaraz antes de empezar a competir en Shanghái, donde no está Nole –por decisión propia, recargando fuerzas–, pero si otros dos grandes escollos: Daniil Medvedev y Jannik Sinner, doble azote reciente.
Lanzado desde que empezase a celebrar más éxitos a partir de febrero, seis en total esta temporada, el murciano se ha convertido en el habitual hombre a batir. De salto en salto, Alcaraz ha ido proyectando a su alrededor un halo de superioridad y recolecta victorias –62 tras esta última ante Barrere– en la misma medida que han ido aumentado la determinación de sus adversarios por batirle. Lo consiguió el veterano Djokovic (36) en la final de Cincinnati, le redujo Medvedev (27) en las semifinales de Nueva York y lo logró en la penúltima escala de Pekín el italiano Sinner (22), el jugador que más veces (4) le ha superado. Asoma ahora por Shanghái el tirolés con hambre y convicción, como también lo hace el ruso pese a que por una razón u otra, nunca termine de estar a gusto. Si no es la grada son las bolas, y si no, la superficie.
“Este era el torneo más rápido del circuito y ahora tal vez sea el más lento junto con Indian Wells, pero es lo que hay, y debemos jugar así”, protesta el de Moscú, el tenista más productivo sobre cemento esta campaña. Con la victoria sobre Cristian Garín por doble 6-3 acumula 43, traducidas en cuatro trofeos: Róterdam, Doha, Dubái y Miami, a los que se suma el premio en Roma (tierra). “Me hubiera encantado ganar un Grand Slam, pero si dejamos a un lado eso, probablemente sea mi mejor año. Ha sido una gran temporada, pero todavía no ha terminado”, advierte Medvedev, último campeón en Shanghái. Él alzó el trofeo en 2019, sin ceder un solo set, y las cuatro ediciones posteriores fueron canceladas por el protocolo antipandémico del país asiático.
“Los retos difíciles”
Aparte de revalidar el título chino a corto plazo, a medio el ruso advierte un suculento aliciente en la posibilidad de ascender otra vez a la cima mundial. Con 7.490 puntos no lo tiene nada fácil, pero su meritorio trazado anual le concede esperanzas puesto que todavía le queda intervenir en Viena, Bercy y la Copa de Maestros de Turín, además de Shanghái. El año pasado ocupó el trono durante 16 semanas –distribuidas en dos periodos, 3 entre febrero y marzo y 13 entre junio y septiembre– y la muesca que logró ante Alcaraz en Nueva York le dio alas. Rendido con holgura por el español en Indian Wells y Wimbledon, contempla ahora abierta una puerta que hasta hace un mes parecía sellada a cal y canto. Sensación compartida por Sinner.
“Los dos somos muy jóvenes y los dos odiamos perder, sobre todo el uno contra el otro”, señala el italiano, que estos días disfruta de su mejor ranking (4º) y tratará de refrendar su buen momento tras la conquista de Pekín, el noveno éxito de su carrera, tercero en 2023 tras los de Montpellier y Montreal. “Siempre busco los retos más difíciles”, agrega. “Y no creo que cuando ganes algo todo cambie drásticamente. Sencillamente, pienso que en el US Open debería haber hecho un par de cosas mejor y las hemos trabajado, especialmente el aspecto mental; intento entender cómo funciona mi cerebro un poco mejor”, prolonga tras haber vencido este sábado a Marcos Giron por 7-6(7) y 6-2, deseando el reencuentro con Alcaraz en la final del próximo día 15.
Fuera de combate nada más empezar el torneo figuras como Holger Rune, Alexander Zverev o Felix Auger-Aliassime, grogui este último, ellos dos y Medvedev auguran un hermoso duelo a tres bandas en las próximas jornadas. “Quiero enfrentarme a los dos, pero para eso tengo que ganar mis partidos y ellos también”, expone Alcaraz, consciente de que los frentes y la amenaza se multiplican. Ya no es solo Nole. Envidan otros dos y él acepta; los cuatro primeros de la clasificación mundial se enzarzan en el cuerpo a cuerpo hasta el carpetazo de finales de noviembre. Lo que antes del verano era un casi exclusivo mano a mano con Djokovic, es ahora un intensificado ejercicio de jerarquía. “Yo creo que ahora mismo el más complicado es Medvedev”, concluye el de El Palmar, que se medirá el lunes en los dieciseisavos con Daniel Evans (6-2 y 3-0 antes del abandono de Mikhail Kukushkin).
SWIATEK ACABA CON LA RACHA DE GAUFF
La lluvia entorpeció el transcurso de la jornada en Shanghái, donde la mayoría de los partidos programados en las pistas exteriores tuvieron que ser cancelados y trasladados al domingo. En Pekín, entretanto, saltó la noticia con la derrota de Coco Gauff frente a la polaca Iga Swiatek por 6-2 y 6-3.
La estadounidense de 19 años, campeona en septiembre del US Open y entrenada por el español Pere Riba, acusó unas molestias físicas en el hombro derecho y cedió ante la número dos. Swiatek se medirá este domingo por el título con Liudmila Samsonova, que a última hora se impuso a Elena Rybakina.
La victoria de la polaca cerró una secuencia de 16 triunfos consecutivos de Gauff, quien no perdía desde que cayera en los cuartos de Montreal ante su compatriota Jessica Pegula. A partir de ahí obtuvo los trofeos de Cincinnati y Flushing Meadows, y otras cuatro victorias más en Pekín.
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